martes, 25 de diciembre de 2012

¡Feliz Navidad, Diavolo!


MUTIS HASTA QUE SE HARTEN.

Saludos, gente, aprovechando la fecha pensé en usar el truco de los programas de televisión y sacar un resumen con lo mejor del año, pero en lugar de eso hablaré de un tema que a casi nadie le importa: ¡mutantes! En el año 2000 el maestro Alan Davis dejó la franquicia muti tras el crossover Los Doce, pero los fanáticos lejos de entristecerse daban saltos de alegría porque se anunció el regreso del gran gurú de la franquicia, el escritor Chris Claremont. Él se haría cargo de los dos títulos centrales, X-Men y Uncanny X-Men, pero todas las series relacionadas sufrirían cambios... básicamente para colgarse del revuelo generado. El evento fue llamado Revolution y el lanzamiento oficial se dio con el número 100 de X-Men, que contaba con los dibujos de Leinil Francis Yu, mientras que Uncanny quedó en las hábiles manos de Adam Kubert el cual, la verdad sea dicha, ya se estaba haciendo lentísimo para trazar.

Claremont quiso retomar ambas series con el formato que había dejado antes de partir en los noventa, es decir, dos equipos diferentes de mutantes, uno para cada cómic, cuyas tramas se pudieran leer individualmente pero también se cruzaran para que los lectores saltaran de uno a otro; lo más llamativo era la inclusión de un nuevo mutante que adoptó el nombre del difunto Thunderbird y arrojaba descargas de plasma -que útil es el plasma en los cómics-, y que Cable se unía por primera vez al grupo (segunda, si consideramos que durante la saga los Doce estuvo en el equipo improvisado por Cíclope). Para remarcar que era un nuevo comienzo, cada uno de los dibujantes titulares rediseñó los uniformes y apariencias de sus respectivos mutis, excepto Wolverine, que seguía con el clásico azul y amarillo; habría que destacar el corte de cabello de Kitty y Psylocke, Bestia y Cable usaban máscara (no entiendo por qué) y Coloso por fin se puso pantalones.

Revolution comenzaba 6 meses después de los eventos de los Doce (en tiempo cómic) y lidiaba con la organización de los equipos y la elección un tanto peleada de sus líderes, que resultó curioso pues se trató de Rogue y Gambit; luego llegaron nuevos villano de esos que prometen ser la amenaza más grande que el equipo ha enfrentado hasta ahora (ajá). Dato curioso: aquí se mencionó por primera vez a los Slavers, ese grupo de comerciantes intergalácticos sin escrúpulos que luego serían retomados por Claremont en X-Men The End. En los demás títulos afiliados a los Hombres X sólo hubo cambios cosméticos en logos y uniformes,con excepción de las series menos vendidas: Generation X, X-Force y X-Man, conocidas grupalmente como la línea Counter-X. Ahora serían coordinadas por el malhablado Warren Ellis y distintos escritores auxiliando en cada uno, para dirigirlas por senderos diferentes de las series centrales: Fuerza X volvía a ser sobre adolescentes forzados a ser un ejército, bajo la asesoría del mutante inglés Pete Wisdom; Generación X ya no era la escuela de entrenamiento de mutantes y se volvían oficialmente un grupo de justicieros; y X-Man dejaba de ser un vago para probarse como héroe real. Todo pintaba muy interesante por ese lado... pero nunca sabremos hasta dónde pudo llegar porque Revolution terminó muy pronto.

Claremont duró menos de un año al frente de X-Men y la versión oficial de su salida fueron problemas de salud, que fueron reales pero no le impedían escribir como veremos más adelante. La versión extraoficial, que suena muy creíble, es la siguiente: el regreso de Claremont fue una estrategia planeada por Marvel, pues estaba próximo el estreno de la primera película de los X-Men y querían al escritor más popular en la historia de la franquicia para aprovechar la popularidad que desataría la cinta y atraer nuevos lectores a la historieta; de hecho, en varias salas de Estados Unidos se regalaron cómics durante el estreno de la película y... las ventas no subieron ni un poquito. No quiero que parezca que odio a Claremont porque no es así, lo considero un excelente escritor y uno de los más influyentes de los últimos 30 años, pero en general (y en particular con los X-Men) es un autor que gusta de los arcos gigantescos, retomar personajes que aparecieron 98 ejemplares atrás y jugar con el pasado, presente y futuro de los protagonistas; y nada de eso sirve cuando quieres captar nuevos lectores, niños y adolescentes cuya única referencia es lo que acaban de ver en el cine y no sienten ninguna empatía emocional con un héroe o villano que regresa tras 20 años de ausencia o soldados del futuro o razas extraterrestres.

Cuando Joe Quesada ocupó el escritorio de Editor en Jefe de Marvel, no le gustó nada lo que encontró, hizo cambios importantes en la franquicia que comenzaban por la salida de Claremont de los títulos centrales, trayendo en su sustitución a Grant Morrison para X-Men y Joe Casey en Uncanny. Además dijo que no había razón para tolerar títulos que sólo compraban 3 pelados y ordenó el final de Bishop: The last X-Man, Gambit, X-Men: The Hidden Years, X-Man y Generation X, también anunciaron el final de Cable y Deadpool pero los editores convencieron a Quesada de continuarlos aunque con notorios cambios; se había dicho que X-Force seguiría como siempre, pero fue la serie más modificada. Un caso excepcional fue el cómic X-Men Unlimited, que trataba de historias cortas y una que otra reimpresión, ése sí siguió como si nada y duró todavía un par de años, se dice que los editores lo usaban para probar autores que luego podrían ascender a los títulos centrales.

Lo último que hizo Claremont como escritor central de la franquicia fue la miniserie de 5 capítulos X-Men:Black Sun, que no he leído pero dicen que es mala, sólo una excusa de Claremont para revivir a uno de sus personajes fetiche, Magik, que murió previo a los eventos de Atracciones Fatales. Joe Quesada dio muestra de diplomacia y le dio una salida decorosa al escritor, regalándole un nuevo título mutante llamado X-Treme X-Men, que le daba la oportunidad de llevarse un grupo de personajes que Grant Morrison no iba a usar e incluso ya había amenazado con eliminar... en serio, en una entrevista a la revista española Ultimate Reports le preguntaron que mutantes no funcionaban y contestó que se enterarían cuando comenzara a matarlos. Previo a esto, se asignó un grupo de escritores que en conjunto con el editor cerraran todas las subtramas pendientes o dispersas, a fin de que Morrison no encontrara muchos problemas de continuidad al llegar.

Regresaron a Scott Summers en la miniserie La Busqueda de Cíclope, rompiendo su fusión con Apocalipsis y, aparentemente, Cable por fin consiguió matar a su enemigo eterno (aunque ya sabemos que volvió); lo interesante es que el tiempo que Scott compartió mente con el villano lo volvió oscuro y amargado, algo que sería explotado después por muchos escritores. En las series regulares regresó Charles Xavier del espacio y, dicho sea de paso, desde entonces no se volvió a mencionar a Cadre-K, el grupo de mutantes skrulls que estaba entrenando; terminaron el asunto del virus Legado, que llevaba casi una década sin ser curado y ahora por fin llegaba ese momento pero a un precio muy alto, pues se necesitó el sacrificio de Coloso (que permaneció muerto durante 4 años, todo un record para un mutante); por último, hubo una saga llamada Eve of Destruction, donde los X-Men impidieron una guerra entre Genosha y el resto del mundo. Todo quedaba listo para otro relanzamiento de la línea mutante en 2001 pero eso lo dejaremos para otra ocasión. Este fue el último post del año en esta sección, pero ahora ya sabemos que no se acabó el mundo, así que tendremos más la próxima semana.

10 comentarios:

  1. Como siempre un muy buen post!
    Feliz Navidad a todos ustedes los del polo más frío.

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  2. Mmmm...suenan mas interesantes las historias que hicieron para concluir las tramas pendientes que lo de Claremont.

    Definitivamente esto es el equivalente a un programa grabado de HOY con lo mejor del año.

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  3. Guacala¡¡ pinches mutantes Culeros

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  4. Yo adoré esa etapa de los X-Men, Chris Claremont siempre me ha gustado mucho, siendo esta precisamente la razón:

    "Es un autor que gusta de los arcos gigantescos, retomar personajes que aparecieron 98 ejemplares atrás y jugar con el pasado, presente y futuro de los protagonistas."

    Además de esto me gusta mucho su narrativa, lo más cercano que he conocido a él hoy en día es Bendis, pero me gusta más el amante de los mutis.

    X-Treme X-Men también me gustó mucho y algo que quiero agregar es que siento que a partir de la llegada de Morrison los títulos de los X-Men se volvieron muy oscuros por muchos años.

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  5. feliz navidad a todos yo consegui 36 comics a mitad de precio incluyendo la edicion de lujo de los avengers jo jo jo

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  6. Ni para una mínima cabaceada, que marro andas...

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  7. Pos felicidades a Dxkid y Allan Stark... a los demás no, jojojojojo. Por cierto, cuando fui a la tienda Vid noté que tenían varios números de X-treme X-Men a la venta y se supone que ya no podían hacer desde que perdieron la licencia, igual y llegaron a un acuerdo y luego sacan más cómics de esos... pero los dan a precio de portada los muy jotos

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  8. La neta es que Chris Claremont solo ha sido un gran escritor durante una cierta etapa de los mutantes. Ninguno de sus otros trabajos me parecen relevantes, ni en Image, DC ó cualquier otra.

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  9. Aparte de X-Men yo sólo leí sus Sovereign Seven, un par de números de Iron Fist y los primeros números de sus 4 Fantásticos post Heroes Reborn. Todas me parecieron un tanto repetitivos, pero siempre constantes en su calidad. Creo que es un autor que ya no necesita modificar su estilo porque ya tiene un público que lo ama tal cual escribe, igual que pasa con Frank Miller o Alan Moore.

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  10. zzzzzzzzzzz
    zzzzzzzzzzzzzzzzzz
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