Nananananana Nananananana... ¡Spiderman! No, ahora sí es Batman

CASI TAN RUDO COMO ADAM WEST.

Saludos, batimaniacos. Hoy celebramos los 75 años de la creación de Batman, el vigilante y detective por excelencia en el mundo del cómic -habrá quien pelee el lugar para The Spirit, pero no los pelaremos el día de hoy-. Hizo su debut en el número 27 de Detective Comics, que realmente vio la luz a finales de marzo pero la fecha oficial de publicación fue mayo, todo supuestamente gracias a los lápices de Bob Kane, aunque desde hace años se dice que en realidad tuvo muy poco qué ver, salvo por proveer el nombre y la idea de que usara máscara (y hasta eso se dice que él sólo quería un antifaz, como el del Zorro). Pero reitero que hoy no es día de debate sino de festejo y lo haré recordando tres títulos del murciélago en el nuevo siglo que analizan aspectos diferentes de su mito. Comenzamos por Batman: Turning Points, miniserie de 5 episodios en 2001, escrita por la plantilla de guionistas que por esos días se ocupaban del personaje, Ed Brubaker, Greg Rucka y Chuck Dixon, con un dibujantes distinto para cada número. Se publicó inmediatamente después del crossover Officer Down, donde el comisionado Gordon fue herido y retirado del servicio activo, por lo que esta miniserie era su justa despedida de los lectores, con historias que descifraban su relación con Batman a modo de anecdotario... claro, terminó regresando, pero la intención es lo que cuenta. El primer número, ubicado tras el Año Uno de Frank Miller, contaba cómo Jim terminó divorciado pese a su intento de reconstruir su matrimonio. El segundo es el primer encuentro de Gordon con Robin y su reacción a la idea de un niño sidekick. El tercer número es interesante porque narra cómo Batman y Jim encontraron paz tras los crímenes del Joker contra Barbara Gordon y Jason Todd. El cuarto, tras Knigthfall, enfrenta al comisionado con el nuevo Bats y el último ejemplar tiene una historia que junta de nuevo a Jim y Bruce pasada la cataclísmica saga No Man's Land. Lo bueno de la miniserie es que da su lugar al aliado más importante de Batman, mientras vemos el lado humano del encapuchado; tiene impacto por sus acotaciones a la continuidad, aunque no sé si sea atractivo para quienes no sean clavados del murciélago. Se puede conseguir en recopilado.

Vamos con Batman: Journey into Knight, maxiserie de 12 episodios, publicada entre octubre de 2005 y noviembre de 2006, escrito por Andy Helfer y el desconocido artista chino Tan Eng Huat -por mí al menos-. Ubicada en el primer año de actividades del vigilante de Ciudad Gótica (aprovechando el boom de la película Batman Begins), mostraba las primeras aventuras del enmascardo y la vida de Bruce como nuevo líder de Industrias Wayne. En teoría, lo atractivo era que Helfer fue editor de Legends of the Dark Knight, aquella excelente serie que narraba los primeros días del murciélago, así que estaba empapado del entorno y en una entrevista a CBR comentó que retomaría varias ideas de aquellos tiempos; su premisa era que, si bien Bruce estaba marcado por la muerte de sus padres, no había otro evento en su vida que lo hubiera vuelto tan amargado, así que algo más debió pasar que lo llevó al límite. Ya en la práctica el resultado fue disparejo, pues aunque el escritor consiguió mostrarnos a un Bruce optimista y novato y ubicar con éxito varios eventos nuevos en el pasado del Hombre Murciélago, sonaban parecidos a otros vistos recientemente en las series regulares del héroe. Por ejemplo, en el cuarto capítulo Batman enfrentó una epidemia en Ciudad Gótica, que a los lectores regulares quizá les remitió al crossover Contagio, y en su vida civil fue acusado de un crimen, algo poco innovador ante la saga Bruce Wayne: Murderer? Para no decepcionar a los fanáticos, hay un encuentro con el Guasón en los últimos números. Siendo justos hay que recalcar que, opuesto a la miniserie con que comencé el post, aquí pretendían aprovechar los nuevos lectores atraídos por Batman Begins, que no sabrían de esas repeticiones y las disfrutarían, pero también era un cómic que entraba en continuidad y el autor prometió cosas interesantes para los viejos lectores, así que creo que se quedó corto. Leí un par de críticas de Journey into Knight y ambas la maltrataban, pero para continuistas puede ser atractiva. Disponible en recopilado.

Para terminar por hoy vamos con Batman: Year 100, miniserie de 4 números del cuasi-autor de culto Paul Pope, bajo el sello Elserworlds en 2006. Está ubicada en el año 2039, cuando Batman cumplirá 100 años de su debut en tiempo real, lo que justifica el nombre, presenta una ciudad Gótica totalmente controlada por las autoridades, salvo por un vigilante vestido de murciélago y su asistente adolescente, Robin, seguidos de cerca por el capitán de policía Gordon que quiere hablar con ellos, no sólo por su vigilantismo sino porque el encapuchado estuvo presente en una escena del crimen y evidentemente no se detuvo a explicar qué pasó. Los lectores de abolengo encontrarán varios guiños a la continuidad, algo que no era necesario al ser un Elseworld, pero Pope se da ese lujo. Es un obvio homenaje a Batman y la validez de su mito a través del tiempo -muy acorde al festejo de hoy-, tiene un guion efectivo y el arte de Pope es bizarro pero potente. Dato curioso: dentro de la historia nunca queda claro si el héroe es descendiente del primero (lo que dice la mayoría de lectores) o Bruce de algún modo consiguió prolongar su vida. Year 100 ganó dos premios Eisner, incluido Mejor Autor Completo para Pope. Se puede conseguir en recopilado y para que no quedara tan flaco, incluye una historia de Batman del mismo escritor en otra serie. Eso es todo por hoy, felicidades al Bats y los festejos seguirán el miércoles. Adiós.