Yo le pegué a chicarcana porque eso la excita.

Ya estamos en la Semana del Super Tazón y eso hay que celebrarlo con un  post especial. Uno de los grandes escándalos del deporte el año pasado comenzó cuando se hizo público el video donde Ray Rice, estrella de los Cuervos de Baltimore, golpeaba a su novia a puño limpio dentro de un elevador y, tras salir, la arrastraba inconsciente fuera de la cabina. Detalles siniestros abonaron al caso, en particular que la agredida no presentó denuncia y hoy ya es la señora Rice o que, al parecer, el video estuvo tiempo antes de su publicación en manos de los comisionados de la NFL y no hicieron nada. Antes de descubrir esto último, Rice sólo había sido suspendido una semanas, tras las acusaciones de negligencia se reformó la regla, el castigo se hizo indefinido, fue despedido por los Cuervos, pero después de una apelación y una demanda el jugador quedó en libertad de ser contratado de nuevo por quien lo quisiera, aunque aún no sabemos si ocurrirá.

Ahora, lo que me lleva a escribir este post es que hay un par de aristas que me incomodan. Primero, me causa escozor cuando escucho gente diciendo que debería ser suspendido de por vida porque es un ejemplo para los niños y eso es algo que se repite cada vez que un deportista comete un acto moralmente reprobable, desde una multa de transito hasta fumar mariguana. Alguien puede inspirarse en los logros de un deportista, querer alcanzarlo, pero es injusto e innecesario cargarle el peso de inspirar algo tan enorme como la niñez; eso corresponde a los hogares y los padres, esperar que alguien les quite ese peso no es solo erróneo sino holgazán. Por otro lado, a título personal ¿estos actos cambiaron mi visión de Ray Rice? Pues sí, hace apenas dos años lo mencioné en mi lista de los 10 más Chipocludos -aunque no entró en los primeros puestos- y ahora no puedo evitar verlo como cobarde golpeador. Recuerdo que cuando murió Michael Jackson, pregunté en un foro dedicado a él si no pesaban sus acusaciones de pedofilia al momento de recordarlo y lo que me sorprendió fue que nadie intentara siquiera señalar que nunca se le probó nada. Simplemente dijeron que era más importante el músico que lo que hubiera hecho en su vida personal. Eso es enfermizo. Al final del día, un hombre es el resultado de la suma de sus partes y sea músico, deportista o abogado no podemos sólo decir "es profesional y mientras haga su trabajo...", así dañe a terceros, porque ese tipo de omisiones son lo que al final crean una sociedad injusta.

Incluso visto desde el punto comercial, guardando las debidas proporciones, una empresa no puede contratar una persona con tendencias asesinas aunque sea un gran contador, pues es un riesgo, una bomba esperando estallar. Resumiendo, Ray Rice merecería ser expulsado de la liga pero no por motivos morales, mucho menos por la cobarde abstracción de su influencia para la infancia sino porque cometió un crimen, acusa tendencias violentas y no muestra arrepentimiento o deseo de mejorar y eso, es un riesgo empresarial y, en un mayor plano, social. No nos demos golpes de pecho pero tampoco nos callemos. ¿Cómo la ven?