Si están leyendo esto es que no ahorraron para salir de vacaciones

1998(5)

Saludos, gente. Ya les decía que en 1998, John Byrne trataba de devolverle a Spiderman su vieja gloria, para lo cual se le ocurrió que la mejor opción era repetir lo que hizo con Superman una década antes: reiniciar el cómic y revisar el orígen del personaje. Así, a finales de ese año salió la maxiserie de 12 capítulos (más un número cero), Spider-Man: Chapter One, que ya de entrada en su número 1, planteó una nueva versión de cómo ocurrió el accidente que le dio poderes a Peter Parker; no fue un experimeto discreto sino uno enorme, dirigido por el doctor Otto Octavius, que terminó en una gran explosión y al mismo tiempo que la araña mordió a Peter (atrapado bajo los escombros) Otto se fundió con sus brazos metálicos. Dato curioso: originalmente, la serie había sido anunciada con el título Year One, pero se dijo que se le había cambiado el nombre debido a que DC Comics tenía registrado ese título; lo curioso es que años después apareció otra miniserie llamada Doctor Octopus Year One (ya les hablé de ella), lo que significa que DC perdió el registro o que en realidad ese jamás fue el problema y Marvel sólo buscaba desligarse de lo hecho por la competencia. En los siguientes capítulos de la maxiserie, Byrne también reescribió la muerte del tío Ben (resulta que el ladrón que lo mató ya lo conocía y llevaba días vigilándolo), su relación con la tía May -que ahora era moderna y recibía correos electrónicos de su sobrino- y con otros héroes. Dato curioso: según la nueva continuidad de Byrne, Matt Murdock llevaba más tiempo que Peter siendo un héroe enmascarado.

También replanteó a los villanos clásicos y rediseñó la apariencia física de algunos, incluido un traje azul para Electro y una media armadura extraña en lugar de un simple arnés para el Pulpo. El resultado fue excelente... no, la verdad es que no, de entrada porque Byrne se empeñó en dibujar la serie él mismo y, al parecer, trató de emular a Frank Miller y demás autores que ya casi no bocetean y hacen trazos definitivos de primera intención, pero a diferencia de Miller, él sólo consiguió que sus líneas y proporciones se vieran descuidadas y hasta malhechas. Pero además, Byrne ignoró el pequeño detalle de que esta vez no habría una Crisis en las Tierras Infinitas que borrara la continuidad anterior y, lo peor, que ha diferencia de la primera aparición de Supes, ésta vez eran muchos los que habían leído el origen escrito por Stan Lee y Steve Ditko... ¡y lo amaban! Las críticas no tardaron en llegar acusándolo de destruir un mito moderno, las ventas fueron malas y Byrne de inmediato salió a escudarse diciendo que nunca fue su intención reemplazar las historias de Lee y Ditko, que lo suyo era una versión alterna, lo cual era ridículo, porque también en la serie regular de Amazing Spiderman, que hacía a medias con Howard Mackie, aparecieron Electro y el Pulpo con sus nuevos trajes (que ahora se supone habían sido los de siempre) y Peter recordaba su origen con todo y la explosión y el Doctor Octavius. En resumidas cuentas, ni los más fanáticos de Spiderman apoyaron Chapter One (lo sé de primera mano, compré dos números y los odié), a la fecha es considerado uno de los más grandes errores editoriales de Marvel y el origen de Lee y Ditko se restituyó un par de años después. En fin, Chapter One nunca se publicó en México y créanme, así estamos bien.

En un tema paralelo y como ya les contaba hace unas semanas, en 1998 comenzó el proyecto Heroes Return, donde todos los personajes que habían estado perdidos en el universo de bolsillo de Franklin Richards regresaron a nuestro mundo a recuperar sus vidas... claro, todo eso es imaginario, en la realidad esto fue la excusa perfecta para lanzar números 1 de las distintas series. Ya revisamos Avengers, que fue la más exitosa, pero no la única. Fantastic Four #1 corrió a cargo del escritor Scott Lobdell (junto al maestro Alan Davis con todo su clacisismo artístico) con la misión de devolverle a la serie su tono fantástico, casi inverosímil... y le quedó grande la chamba, por lo que a partir del tercer número le pusieron a Chris Claremont de co-guionista y, eventualmente, se quedó con el puesto de tiempo completo. El viejo Claremont lo hizo mejor, trajo de vuelta a varios villanos y en el lado artístico estuvo Salvador Larroca, que les dio cambio de imagen a buenos y malos por igual, aunque los Fantásticos no volvieron a los altos puestos de ventas se sostuvieron bien. Claremont le dio las gracia a Marvel después de dos años y le dejó la oportunidad a un dibujante paisano de Larroca, el bien conocido Carlos Pacheco, para que guionizara y trazara la serie, lo que a mí me sorprendió porque no tenía muchos antecedentes en la escritura, pero algo debió hacer bien, porque su corrida por la serie duró otros dos años. Tras esto llegó Jeph Loeb y no me pregunten más porque no leí nada de esos arcos, pero otro día les platicó más de los Fantásticos, pero ya en la era de Joe Quesada.

Por otro lado, Hulk aparecía en los promocionales de Heroes Return, aunque su cómic nunca fue parte del evento, lo cual es curioso, pues fue el más afectado con la re-fusión de su contraparte del otro universo; pero lo importante de 1998 en el título de Hulk fue la partida de Peter David, tras la disputa que ya alguna vez les comenté, en donde los editores lo hicieron matar a Betty Ross con engaños, pues nunca le dijeron que lo usarían de excusa para que Hulk volviera a ser salvaje y no el Hulk inteligente que David había construido con tanto esfuerzo. La partida de David fue un golpe terrible para la serie, sus ventas se desplomaron y eventualmente también sería relanzado, en 1999, con una nueva dirección, pero con el pequeño detalle de que se lo encargaron a John Byrne, que ya se imaginaran lo hizo igual o peor que con Spiderman. Vino otro periodo oscuro para el gigante esmeralda, que no terminaría hasta la llegada del escritor Paul Jenkins el cual tuvo un planteamiento interesante, al regresar al Hulk gris y al inteligente, pero de un modo muy particular. Según declaraciones del propio Jenkins, el veía las distintas versiones de Hulk como facetas de la evolución biológica del hombre, es decir, el irracional era un niño, el gris malvado era el adolescente y el inteligente el adulto, los cuales tomaban control de Banner según su humor. También exploró los problemas que enfrentaba la gente que quedaba en medio del caos causado por Hulk, algo que a los demás escritores les gustaba ignorar. Jernkins fue aplaudido por crítica y lectores devolviéndole brillo al título. Dato curioso: Jenkins fue el creador de los perros irradiados, esos mismos que aparecieron en la desastroza película de Hulk dirigida por Ang Lee.

En cuanto a Ironman, en Heroes Return fue puesto en manos de Kurt Buziek, que ha diferencia de su trabajo en Vengadores, aquí dividió opiniones. Como era de esperarse se enfocó en los elementos más clásicos del personaje, lo retrató como un industrial preocupado y algo conflictuado (contrastante con la imagen más relajada actual); aunque Buziek aprovechó ser escritor de ambas series para que los eventos de Ironman se reflejaran en los Vengadores, no bastó y poco después de un año dejó la serie, tras lo cual entró otro autor clásico, Roger Stern, que no lo hizo nada mal, pero fue eclipsado por el dibujo de Sean Chen, muy aplaudido por los fanáticos de ese entonces. El verdadero boom de Ironman llegaría hasta el año 2000, curiosamente de la mano de Joe Quesada, que estaba a punto de ser nombrado editor en jefe y, mientras tanto, anduvo haciendo guiones para el caralata que por alguna razón le encantaron a la gente... y digo en serio eso de “alguna razón”, porque no los he leído pero debieron ser buenos.

En cuanto al Capitán América, el escritor elegido fue Mark Waid, que ya a principios de los ochenta había tenido una etapa con el personaje aclamada por la crítica y los lectores. Dato curioso: esa etapa original de Waid con el Capi en serio era buena, según algunos críticos es la mejor por encima de las de Jack Kirby y Mark Gruenwald, aunque ahora ya dicen que lo desbancó Brubaker. Pero ha diferencia de esa primer época, la de Heroes Return fue considerada aburrida por algunos lectores, no mala pero si insípida, lo cual no impidió que se quedará más de un año al frente del Capi y reviviera con éxito a varios de sus villanos, secundarios y elementos clásicos como Red Skull, Falcon, Sharon Carter, su primer escudo y el USAgente, al que le robó su escudo fotónico... no es un decir, en serio se lo robó. Tras la partida de Waid, Dan Jurgens se quedó con el cómic y lo llevó bastante bien, pero sin grandes ventas, por lo que la serie fue cancelada y relanzada en el sello Marvel Knights (luego les platicó de eso), ante la molestia del autor que fue obligadó a terminar todos las subtramas que había estado desarrollando, algunas de las cuales eran a largo plazo.

Y ya que hablo de Jurgens, él fue seleccionado para llevar las riendas de The Mighty Thor o Ricitos de Oro para los cuates. Ya no era la época en que Jurgens era el consentido de todos los lectores y editores, al contrario, su trabajo era muy cuestionado y algunos de plano lo odiaban y aseguraban que no merecía todas las oportunidades que le daban, sin embargo, llegó a callar bocas con su visión de Thor. Jurgens empezó por darle de nuevo una doble vida al dios, haciendo que se fusionara con un paramédico llamado Jake Olson... pero no fue obra de Odín sino de los Dioses Oscuros o Dark Gods. ¿Y quiénes eran esas entidades tan poderosas que podían hacerle algo así a Thor? Pues eso fue precisamente el cuerpo de la etapa de Jurgens, que con gran maestría combinó los villanos clásicos con un duelo épico entre deidades, a lo largo del primer año del cómic, en donde los Dark Gods se revelaron como los opuestos perfectos de los dioses asgardianos y por tanto ansiosos por dominar las tierras de Odín. A diferencia de los otros títulos que hemos revisado, Jurgens sí recibió el beneplacito de críticos y lectores y su estancia al frente del título se extendió por alrededor de 4 años, culminando con la espectacular saga Lord of Asgard, en donde Odín murió (aunque como sabrán quienes lean la serie actual de Marvel Gio, no estaba muerto sino peleando otra batalla) y Thor fue elegido como gobernante de los dioses. Tras la salida de Jurgens, Michael Oeming se encargó del título, pero era con el fin de cerrar los arcos pendientes pues el título iba a ser cancelado, con miras al evento Avengers Disassembled, pero otro día hablamos de eso.

Como ya saben, cuando Quesada ascendió a mandamás de Marvel, todos los cómics antes mencionados fueron sumados a sus volúmenes anteriores y así todos volvieron a numeraciones altas, empezando por Fantastic Four cuando llegó al número 500 y ya se quedó así. Editorial Vid sacó los primeros arcos de Heroes Return de Ironman, Capitán América y los Fantásticos dentro de un cómic antológico que editaban por ese entonces, no recuerdo cómo se llamaba pero fue ese mismo donde publicaron Contest of Champions II. También recuerdo que tiempo después anunciaron la saga Lord of Asgard y los primeros capítulos del Hulk de Byrne, pero no sé si se publicaron o fueron de las cosas que quedaron en el tintero cuando Vid perdió los derechos de Marvel. Por ahora es todo, pero la próxima semana estará buena así que no se la pierdan. Adiós.