jueves, 31 de enero de 2013

Si se arma el tochito, pido a Chuy...


Saludos, gente. Con motivo del Súper Tazón, es buen momento para la lista de Los 10 Jugadores de Futbol Americano Profesional más Chipocludos. Aunque siempre lo digo, en esta ocasión en particular debo recalcar que es una lista de gustos personales. No se trata de anécdotas o estadísticas sino de mis favoritos personales; no dudo de todos los que dicen que Johnny Unitas es el mejor jugador de todos los tiempos, pero yo no lo vi jugar y no siento empatía con él. Aunque el futbol americano, por su constitución, permite que los mariscales de campo sean las estrellas y seguro la mayoría de ustedes los prefieren, la lista está abierta a cualquier posición sea ofensiva, defensiva o equipos especiales. Entre los jugadores que quedaron fuera de mis 10 primeros está AJ Hawk, Donald Driver, Frank Gore, Lardarius Webb, Ray Rice, Randy Moss, Kurt Warner, Jason Pierre-Paul y el loco de Chad Ochocinco, que es difícil no quererlo con todo el amor que tiene a su vez por nuestro país.

*Mención especial al lugar número 11 de mi lista: Joe Flacco. Me cae bien pese a las muchas críticas que recibió en fechas recientes y quizá si hiciera esta lista después de Súper Tazón y los Cuervos ganan (como espero) alcanzaría a entrar en los primeros puestos.

Ahora sí vamos con el top-ten.

10.Devin Hester
Hay pocas cosas tan espectaculares en el futbol americano como un buen regresador de patadas. Hester es uno, al grado de que en los partidos muy cerrados le ordenan a los pateadores que mejor saquen la bola del campo antes que dejársela a este morenazo. Ya tiene varios records de la liga en su haber y su único gran pecado es que actualmente juega con los Osos de Chicago.

9.Ricky Williams
Ricky Williams era un mamón y tuvo una carrera llena de escándalos, pero también un espectáculo desde el momento en que pisaba el campo. Corría como el diablo y en su primer año con los Delfines de Miami rompió el record de la franquicia y de toda la liga... tras lo cual se retiró por sus adicciones a las drogas... y luego volvió... y luego se retiró... y se fue a la liga de futbol canadiense... y luego lo recontrataron en Miami cuando el equipo vivía su peor momento... y se lesionó... y volvió... jojojo. Em fin, una carrera azarosa y desmadrosa, pero en serio, era grandioso verlo jugar.

8.Joe Montana
Me caía mal Montana cuando empecé a ver el americano. Pero la verdad es que lo odiaba por ser un jugador tan dominante, era muy bueno y hacía ver mal al resto de la liga; ya cuando se retiró pude dimensionarlo y descubrir que fui afortunado de comenzar mi viaje por las sendas del futbol americano en la era de Joe Montana. Gran jugador, miembro indiscutible del salón de la fama y según un fuerte sector de aficionados y críticos, el mejor mariscal de campo de todos los tiempos, que se echaba a su equipo completo en los hombros cuando era necesario.

7.Tony González
Otra gran historia de lucha, de esas que inspiran películas. Un tipo que nunca recibía la oportunidad y cuando por fin la tenía enfrentaba lesiones o la apatía de sus compañeros, pero siguió luchando y ahora es considerado el mejor ala cerrada de la liga por muchos críticos. Se especula que éste pudo ser su último año como profesional (aun no es oficial) y por desgracia su equipo no alcanzó el Súper Tazón, se quedó en el juego de campeonato de su división, cayendo ante los infames 49s (que no ganarán) y con ello nos quedamos con las ganas de verlo retirarse en el juego grande y, lo que hubiera sido aun más emotivo, enfrentando al otro semilegendario jugador a punto del retiro, Ray Lewis. Pero eso no cambia nada: González es un excelente jugador y un ejemplo a seguir.

6.Dan Marino
El Marino sí se daba a querer... eso sonó sexual, pero es cierto, era un tipo agradable, de esos de vida y carrera intachable. No necesitabas irle a los Delfines de Miami para desearle buena suerte y es, en buena medida, responsable de que ese equipo se hiciera muy popular en nuestro país (en Estados Unidos más bien se lo deben a la legendaria temporada invicta). Llegó a tener muchos records dentro de la liga, aunque la mayoría de ellos han sido rotos ya por otros jugadores, y tristemente jamás logró coronar su carrera con un anillo de Súper Tazón, aunque en su defensa hay que decir que no han mejorado desde su retiro, el cual ya se esperaba desde al menos dos años antes de que ocurriera (quizá más) pero se negaba a irse sin alcanzar su sueño; finalmente tuvo que ceder cuando su último partido como profesional fue una paliza de escándalo contra los Delfines, tras lo cual dijo que no podía más. Lástima. Buen jugador, una leyenda de la Liga y quizá el más grande de todos los tiempos en su equipo en particular.

5.Ray Lewis
Recuerdo mucho un partido, en la temporada en que fueron campeones los Cuervos de Baltimore, cuando un miembro de ese equipo atrapó un balón en sus diagonales, ya sin tiempo en el reloj y se quedó ahí parado esperando el final, hasta que Lewis le ordenó correr, lo cubrió del ataque contrario y terminaron en anotación. Esa es la clase de jugador que es Lewis. El próximo Súper Tazón será su último partido, pues decidió que ésta sería la temporada de su retiro y muchos pensaron que su despedida se daría en el último partido regular, pero no, se prolongó a las postemporada, siguió hasta la final de conferencia y lo tendremos de nuevo en el partido grande. No importa si ganan o pierden los Cuervos de Baltimore, es el final soñado para cualquier jugador y un premio a una gran carrera siendo no sólo un jugador impasable por sus rivales sino también la inspiración de sus compáñeros.

4.Donovan McNabb
McNabb fue un estandarte de las Aguilas de Filadelfia y era un show por sí mismo. Lanzaba y corría pero no era de los mariscales que corren para lograr el primero y diez y se deslizan, el seguía corriendo y tacleaba al que se le pusiera enfrente. Sólo le faltaba atrapar sus propios pases. Tristemente sólo llegó a un Súper Tazón y lo perdió de feo modo, porque las Águilas jugaron a no perder y para cuando quisieron empezar la lucha el partido ya había terminado. No sé si fue su culpa o del coordinador ofensivo, pero sí nos dejó un mal sabor de boca a todos los que vimos ese partido y de ahí vino el declive. McNabb terminó su carrera como suplente en Minesota, algo no muy digno pero que tampoco creo que borre todo lo que hizo en su momento y que lo hace merecedor de considerarlo un clásico y también merece un reconocimiento entre los más grandes del equipo de Filadelfia, donde posee varios récords de la franquicia.

3.Aaron Rodgers
Actual mariscal de campo de los Empacadores de Green Bay y la esperanza de la franquicia en los próximos años. Aunque hablar de esperanza es un poco injusto, pues ya ganó un Súper Tazón, fue atleta del año en 2011 (seleccionado por la prensa) y el equipo bajo su mando se reestructuró y es competitivo, algo que se pensó tomaría muchos años tras la salida de Brett Favre. También ya tiene unos cuantos récords internos del equipo, tuvo un día dedicado a él en el poblado de Green Bay, el título del Mariscal de Campo con menos pases interceptados y creó un festejo que ya es imitado tanto por sus compañeros como por los fanáticos. No sé que tan grandes serán sus números para cuando termine su carrera, probablemente no alcance la espectacularidad de otros (como el propio Favre), pero pinta para ser un jugador de los que actúan en función de todo el equipo y no sólo de sí mismo. Y creo que eso es bueno.

2.Payton Manning
Yo nunca quise creer que los Potros de Indianápolis dependieran tanto de Manning hasta que se lesionó y el equipo se fue al fondo. Manning ya era el objetivo de muchos equipos profesionales desde sus años escolares, no sólo por sus enormes logros sino porque es hijo de otro gran jugador, por ello fue la primer selección de los Potros en 1998 que veían en él al heredero de su trono y no los defraudó; desde su primer año llegó tumbando caña, levantando las especulaciones de que podría llegar a ser el mejor de todos los tiempos. Esto no ha pasado porque es un jugador que se cae en la postemporada, aunque ya ganó un Súper Tázon quitándose la presión de encima -ahora la presión es su hermano, que ya ganó dos- y, si bien sus años más redituables terminaron, su carrera aun está lejos de terminar. Ahora juega con los Broncos de Denver, lo cual fue triste para él, pues alguna vez declaró que soñaba con ser un jugador franquicia y acabar su carrera en Indianápolis, donde es considerado héroe local. Yo creo que sin importar lo que pase en adelante, ya es una leyenda viviente y tiene un par de récords que serán difíciles de romper, destacando el de Mayor Número de Yardas por la Vía Aérea.

1.Brett Favre
¿Qué esperaban? Soy fanático de los Empacadores y Favre es el mejor jugador en la historia de la franquicia. Aunque comenzó su carrera en Atlanta, creo que sólo jugó 2 partidos, con horribles resultados y el entrenador no dejaba de decirle lo maleta que era. Pero en los Empacadores le tuvieron fe, incluso contradiciendo una recomendación médica, y comenzó una de las carreras más exitosas en la historia del futbol americano profesional. Impuso varias marcas, muchas de las cuales se mantienen a la fecha, destacando la de Más partidos consecutivos iniciando como jugador titular (298 juegos, 26 más que el récord anterior) y el único que ha derrotado a todos los equipos de la liga -venció a Green Bay al final de su carrera cuando estuvo con los Vikingos-. Tuvo dos grandes pecados, el primero su adicción a los calmante tras sus lesiones (la cual hizo pública y se recuperó) y, por supuesto, su negativa a irse, pues anunció dos veces su retiro y seguía regresando, aunque curiosamente cuando parecía acabado tras su temporada con los Jets de Nueva York, tuvo una gran temporada con los Vikingos y se consiguió otro récord: el del jugador con más edad en ganar un partido de postemporada. Pero saben qué, aunque eso se puede ver como necedad, también es amor al deporte, un deseo absoluto de seguir jugando y un corazón enorme.

Eso es todo, pueden poner su propia lista en los comentarios o sólo criticar la mía. Adiós.

martes, 29 de enero de 2013

Mis romances no son cosa pública

RENACIDO.

Saludos, gente. A finales del año 2003, DC Comics presentó la maxiserie de 12 partes Superman: Birthright, un proyecto del escritor Mark Waid donde contaba su visión del origen del Hombre de Acero, acompañado de la (entonces) naciente estrella del trazo, Leinil Francis Yu. Es bien sabido que Waid es un fanático de la época de plata de los cómics, así que sólo mantuvo algunos elementos del Superman de John Byrne, porque su concepción estaba más hermanada con los viejos conceptos, incorporando un poco de lo que veíamos en la serie televisiva Smallville, que era (por mucho) la versión más popular del hombre de acero por esos días. De entrada vimos un planeta Kryptón más humano y sensible, algo que queda patente con la tristeza de los padres del infante Kal-El al verlo partir, llevando consigo el escudo en forma de S, que aquí no es un emblema familiar sino el símbolo de la esperanza en su idioma; al igual que en las versiones que conocíamos, al llegar a la Tierra el niño alien fue adoptado por Jonathan y Martha Kent, con la diferencia de que no eran una pareja de casi ancianos, sino adultos jóvenes, por lo que vivieron el crecimiento de Clark en una edad plena (al igual que en la serie televisiva antes mencionada). En esta revisión, Clark descubrió sus poderes hasta la edad adulta y ya como reportero, durante un viaje a una nación africana en guerra, que es el conflicto inicial de la serie. Clark sabía de su herencia extraterrestre, pero no de sus diferencias con los humanos, así que regresó a su pueblo natal para descifrar su pasado y forjarse una identidad heroica, apoyado por su madre, que aquí es bastante inteligente y estudiosa del fenómeno extraterrestre, en oposición a su esposo, de personalidad seria y obstinada, que lo hace renuente a que su hijo aprenda sobre sus raíces y use sus poderes, por miedo a que se olvide del modo en que lo crió (otra semejanza con Smallville). Lo siguiente, aunque con su debido tratamiento waidiano, es lo usual: adopta una personalidad nerd como reportero, viaja a Metrópolis, conoce a Lois Lane y demás gente del diario El Planeta, donde consigue un empleo; mientras que como justiciero es seguro, enfrenta al mal y descubre que el dueño de Lexcorp es el mal encarnado, o sea Lex Luthor.


Ah, pero ahí viene otra revisión ligada a la época de plata y la serie de televisión, porque en un número posterior de este cómic descubrimos que Clark y Lex eran cuadernos de doble raya cuando eran dos jóvenes habitantes de Villa Chica y su amistad se perdió cuando el morro Lex hacía su primer gran experimento (ya era brillante entonces) con cierta roca que encontró... sí, era kryptonita y afectó a Clark, pero además causó una explosión en toda la casa, donde murió el padre de Lex -que dicho sea de paso, se llamaba Lionel- mientras él perdió el cabello. Pero Lex aprendió de su error (y culpaba a su difunto viejo de lo ocurrido), rehízo su experimento y abrió un portal al planeta Kryptón del pasado, de donde aprendió muchas cosas. Eso nos lleva de vuelta al presente, donde Lex finge no conocer a Clark, al tiempo que descifra que Supes es ktyptoniano y usa robots con su emblema para que casi todos desconfíen de él y piensen que es el inicio de una invasión extraterrestre. Para no arruinarles los detalles, en caso de que quieran leer la serie, sólo les diré que viene una gran batalla que involucra kryptonita en grandes cantidades, una amenaza de destrucción para toda Metrópolis y salvar a la eternamente metiche Luisa. Ahora, vamos a lo que ocurría en el mundo real. Aunque al principio se dijo que Birthright era una versión alterna, a mitad de la maxiserie se adoptó como parte de la continuidad, lo cual habría estado bien si es que se fuera a reiniciar el universo como pasó en los ochenta, pero no fue así y aquí pasaban cosas que contradecían los eventos actuales. Waid introdujo (o reintrodujo en algunos casos) cambios como que Clark era vegetariano, podía ver el aura de las personas, tenía memoria fotográfica y otros detalles; unos pocos fueron usados por otros escritores tras la maxiserie, pero en general fueron ignorados, tras Crisis Infinita se declaró fuera de canon y en 2008 fue sustituida por el Secret Origin escrito por Geoff Johns... que actualmente ya bailó también.

Hoy tendremos tres categorías, la primera es Triángulo amoroso del Año y los nominados:

-Soulbearer/Sodo/Osmar
-Vonice/Boss/Parker
-Oscar/Casto/Morcant

En la categoría Villano del Año los nominados son:

-Bruja Esnalgata
-Devorador de Polos
-Morcant

Por último, en la categoría Chiste Repetitivo del Año, los nominados son:

-Casto muriendo
-Daniel ignorado
-Stark aplastando al Dwarf

Eso es todo, no olviden votar, la próxima semana un poco de Marvel y el resultado de la quiniela del Súper Tazón. Hasta entonces.

viernes, 25 de enero de 2013

Aquí no aprecian la buena lectura

Saludos, gente, en vista de que nadie aprecia los post escritos, aquí tenemos otro de dibujos puercos. Miren lo que me obligan a hacer.

Para empezar esta imagen photoshopeada de una conocida portada de Spider-Man. No sé quién hizo el ajuste pero bien hecho, jojojojojo.
Sólo por esto juego SoulCalibur... de todos modos siempre me ganan.
No hay mucho que agregar aquí
Creo que el nuevo traje de Superchica sí funciona en el mundo real.

Sara Pichelli ya es bien conocida en nuestro país por su trabajo en Ultimate Spider-Man, pero antes y después de eso ha trabajado mucho... y en cosas muy raras.
No podemos tener esta sección sin incluir al grandioso Adam Hughes. De lujo

Así me visto yo para leer mis cómics... seguro eso les quitó el apetito.
Al parecer estas son personajes de una serie animada, pero no las conozco
Jojojo, che duende mano larga.
Nada mejor que terminar con una sonrisa. Adiós.

martes, 22 de enero de 2013

¡Feliz...! No sé ni qué día es hoy

EN ALGÚN LUGAR DE UN GRAN PAÍS.

Un saludo a toda la gente bonita que visita este blog... y a Louie. Una de las cosas usualmente intocables en los universos de historieta, además de la política, es la tecnología urbana. Es decir, todos sabemos que en su mundo Tony Stark es un genio, ha creado tecnología nunca antes vista y tiene metidas sus manos en múltiples negocios cibernéticos, pero ¿alguna vez han visto un celular o una computadora de industrias Stark dentro de algún cómic? ¡Son iguales a los que cualquiera de nosotros puede comprar en el mundo real! Y si sabemos que para los Vengadores desarrolló tarjetas de identificación que también sirven de comunicadores, pues no tiene sentido que no haga teléfonos tan delgados como una hoja de papel. Tampoco vemos personas en la calle usando ropa hecha de moléculas inestables o cualquier otro avance tecnológico de los distintos genios del universo Marvel y de los cuales se supone tienen patente y productos en desarrollo. A veces salen armaduras para la policía que combate supercriminales y sistemas de seguridad especializados para contenerlos, pero eso más que una aplicación es una excusa para que nadie haga preguntas del tipo “cómo le hacen para encarcelar a Hydroman”. Con esta premisa, el escritor Steve Englehart ideó la miniserie Big Town, una versión alterna del universo Marvel donde los avances tecnológicos de Reed Richards, Tony Stark y demás cerebritos afectaban a la gente común... y ahí comenzó el escándalo. Bueno, no es que la serie por sí misma fuera escandalosa, hay que contextualizar esto: Englehart planeó la serie a principios del año 2000 (al menos es cuando la hizo pública), pero por una razón u otra se atrasó su desarrollo, entre tanto Joe Quesada fue elegido como nuevo editor en jefe de la empresa y con su política de recortar los títulos que no estuvieran directamente ligados a las series centrales, Big Town parecía que no vería la luz; para tratar de sacar adelante el proyecto, los editores de Marvel (no se mencionaron nombres) decidieron que había que hacerle ajustes a la historia, con el pequeño detalle de que los hicieron ellos mismos y sólo se lo informaron al autor, lo que no le cayó muy en gracia, porque ya se lo habían hecho durante su etapa en Fantastic Four y Avengers West Coast en los años ochenta- al grado que en ese entonces pidió que sustituyeran su nombre con un pseudónimo-, se fue a quejar con las revistas especializadas en cómics, causando el primer escándalo en la administración Quesada. Por ese entonces, las discusiones por internet comenzaban a ser cosa común y los propios Quesada y Englehart salieron a blandirse, defendiendo sus posturas e, independientemente de quién tenía la razón, era triste ver autores de esa jerarquía metidos en estos líos.

Finalmente todo se solucionó políticamente, con el escritor aceptando que había tenido charlas con los editores y estaba contento con las resoluciones, mientras Quesada soltó elogios al trabajo del guionista y sus deseos de que hiciera más proyectos con la empresa... lo usual. La miniserie se publicó en 2001, bajo el título Fantastic Four: Big Town -con todo y que ellos no eran los únicos protagonistas-, con los siempre limpios dibujos de Mike McKone. Dato curioso: el propio Englehart reconoció que agregar el nombre de los Fantásticos era una estrategia comercial sugerida por los editores y como él quería que se vendieran más copias, aceptó. Y ahora por fin podemos hablar del cómic: está ubicado 10 años después de que Reed Richards y compinches tuvieron el accidente que los convirtió en la primer familia de superhéroes e inició la era Marvel, pero la tecnología desarrollada por los genios sí llegó a la ciudad, que está infinitamente más desarrollada y Richards es el hombre más rico y popular del planeta. Hay transportación supersónica, órganos sintéticos o mecánicos y todos los ciudadanos tienen un código directo para llamar superhéroes cuando existe una amenaza; por tanto, los criminales pequeños son casi inexistentes pero los más poderosos están unidos y organizados para asegurarse de que no les coman el mandado: Red Skull, Ultron, Hulk, Magneto y, por supuesto, Doctor Doom y Namor, que planean un ataque masivo contra la gran ciudad de Nueva York, podremos ver en su esplendor la batalla y les puedo advertir que no todos sobrevivirán o al menos no como los conocemos. A todo esto, ¿qué tan bueno es el cómic? Tras las declaraciones, gente tomando partido y la depresión de Quesada por descubrir que, sin importar qué tanto te quieran cuando eres un colega artista siempre habrá quien te odie al volverte el jefe, pues la miniserie no pasó de dividir opiniones, algunos la consideran buena, otros un desastre y, para rematar, tuvo errores de impresión y la recortaron a 4 números cuando había sido anunciada para seis; incluso el final deja abierta la posibilidad de una continuación, la cual jamás llegó. Léanla sólo si son fanáticos de los mundos alternos, de Steve Englehart o de Mike McKone.

Vamos con la quiniela del Súper Tazón. Como ya deben saber (a menos que se llamen Daniel o Vonice), los finalistas para el juego grande son los Cuervos de Baltimore y los 49s de San Francisco y yo apoyo a los primeros, porque siempre me han caído bien y porque esos jotos de los 49s eliminaron a los sagrados Empacadores. Considerando las vocaciones defensivas de ambos equipos, creo que será un partido cerrado pero de pocos puntos, así que apuesto por un marcador de Baltimore 21- San Francisco 20. Quienes quieran entrarle a la quiniela pongan su ganador y el marcador completo.

Vamos con las nominaciones al Óscar, hoy son dos, la primera categoría es Etiqueta del Año y los nominados son:

-Oscar al borde de un orgasmo Geoff Johnesco
-El error de la página repetida en Spider-man fue por culpa del Blackberry del casto
-Nos la pelan

La segunda categoría del día es Momento Impactante del Año y los nominados:

-La verdadera identidad del Devorador de Polos
-La bruja Esnalgata peleando contra Gio
-La fusión de Nalgas Frías y Huevonazos
Eso es todo, no olviden votar y dejar su pronóstico de la quiniela. Adiós.

viernes, 18 de enero de 2013

Este post sí le gustará al KarmaAno porque no necesita leerlo

Dije que esta sección no regresaría... pero siempre sí. Sólo que algo cambiada. A darle, gente.
Chi chocamos, nos matamos.
Y ya que estamos con personajes de videojuegos, a hacerle honor al nombre de la sección.

El Bruce Timm siempre dibuja mujeres muy lindas... y sensuales.
Pero para sensuales, ahí tenemos al Adam Hughes. Harley Quinn con su cara usual de loca también puede mostrar su lado lindo... no hablo de ése, pervertidos.
¡Ay ama....! Este dibujo viene firmado, pero no conozco al autor.
Sigamos con la María Juana, con este excelente dibujo del portadista Phil Noto.
Tiene algo de inocente este dibujo que no puedo evitar que me atraiga. Es de Dustin Nguyen.
Esta escena debió ser incluida en la última película de Batman. De nuevo hay que agradecer al Hughes.
Para que el Gato con Botas se la siga jalando...
Lo divertido de esta foto es que la modelo eligió disfrazarse de la Mary Jane de la caricatura noventera, jojojojo. Muy buena.
Y para terminar, la Marvila contra sí misma... Perversota.
Eso es todo por hoy, espero que hayan aprendido mucho con este post tan educativo. Adiós.

miércoles, 16 de enero de 2013

De malos dibujantes, malos estilos y malos gustos (jojojojo)

Saludos, gente. Hace algunos años, un amigo me pidió un dibujo para la portada de su página web, la hice y, por ser para él, fue gratis. A casi todos les gustó, excepto uno que se quejó porque creía saber mucho de arte (no sabía), soltaba argumentos que en su mente eran muy eruditos y yo los rebatí en cada ocasión. Cuando se quedó sin armas, me soltó muy decidido algo así como “pues yo digo que está mal”, le pregunté si compraba la revista AlPunto -donde publicaban mi tira cómica- y dijo que no, le contesté que entonces me valía madre lo que dijera. Muy descompuesto escribió “pues yo siento que sí debería importarte la opinión que los demás tengan de tu trabajo”, le respondí que solo la de quienes pagan, porque lo que diga de un dibujo gratuito no me interesa. Se estarán preguntando adónde quiere llegar el pinche Oscar con su anécdota. Ya voy.

Hay que reconocer que los lectores de historietas podemos ser más viscerales que cualquier otro tipo de fanático, con frecuencia soltamos expresiones del tipo “no sé quién le dijo a ése que dibuja” y, con toda arrogancia, solemos creer que nuestra opinión personal representa la totalidad de los fanáticos alrededor del mundo, cosa que jamás en la historia ha ocurrido (ni siquiera con Rob Liefeld). Lo primero que hay que enfatizar es que hablar de buen o mal dibujo es muy relativo, pues no es una ciencia exacta sino un arte. Claro, existen elementos técnicos para juzgarlo como composición, perspectiva o volumen, pero incluso los errores en esos campos van de lo insignificante a lo grave y solemos juzgarlos con la misma medida cuando odiamos a un autor. No confundamos esos elementos técnicos con el estilo, que es algo muy diferente y determinante a la hora de que un trazador se forja un grupo de seguidores; si un artista pone tres ojos en un personaje (y no es un mutante) es un error, pero si su constante es dibujar ojos grandes al estilo japonés, eso no es error, es estilo. Cada quien decide si le agrada o no, pero no está mal y muchas veces, aunque no nos guste, a la mayoría de lectores sí. Y a final de cuentas, no olvidemos que los dibujantes de cómics no trabajan para los lectores. En última instancia es nuestra compra la que mueve la maquinaria de la industria comiquera, pero en un primer plano el dibujante se debe al editor y el director de arte, que son quienes se encargan de asignarles trabajos. Hablo exclusivamente de los artistas que viven de trabajos empresariales, quienes dibujan personajes propios pueden darse el lujo de dibujar como se les pegue la gana, aunque ellos son quienes pierden más si no se esfuerzan. El dibujante es una pieza más de la industria comiquera, no representa la totalidad, salvo que de plano se desplomen las solicitudes de compra por su culpa lo cual jamás ha pasado cuando el escritor es bueno.

Tomemos un ejemplo muy choteado en las discusiones sobre artistas: John Romita Jr. Es un autor que divide opiniones y suelen ser extremas, o lo aman o lo odian; con frecuencia veo comentarios en su contra como “por qué le siguen dando trabajo” y hay cuatro respuestas para eso, las tres primeras son: profesionalismo, puntualidad y lealtad. Es un autor que resuelve sus dibujos de buen modo, con prontitud y es el único dibujante, de los considerados grandes, que nunca ha dejado Marvel Comics, lo cual le grajea buenas opiniones de todos los editores. Ya imagino a alguien pensando que digo todo esto porque amo a Romita Jr y no, soy de los que repudian su estilo, pero es ahí donde entra el último elemento que lo distingue: es un artista que vende o, al menos, no afecta las ventas. No me gusta, pero tampoco me pesa tanto su trabajo como para no comprar un cómic donde esté involucrado, mientras el escritor me agrade; algo que me ha pasado con otros como Humberto Ramos y sin embargo, ahí represento a una minoría. No hay que negar lo obvio, el arte es relativo y quien lo elabora se guía por sus consumidores, no por quienes los odian. Ahora ¿les estoy diciendo que ya no critiquen a los dibujantes de cómics? ¡Claro que no! Hablen lo que quieran de ellos, es nuestro derecho, sólo los invito a que cuando quieran una discusión seria de un artista que no les guste primero se pregunten ¿de verdad dibuja mal o sólo no me agrada su estilo? Si responden lo último pasen a la siguiente cuestión, ¿dejé de comprar un cómic que dibujó el artista X aunque lo escribía mi guionista favorito? Y si compraron la historieta en cuestión ¿no pudieron disfrutarla y sólo pensaban lo buena que habría sido con otro artista? Si tras razonar todo eso aún odian al dibujante, díganlo tal cual; pero si no, antes de soltar con tanta facilidad frases como “dibuja horrible”, mejor limítense a “no me gusta”. ¿Cómo la ven?