Ahora sí: ¡Ya cállate, Diavolo!

X-MEN SIN AVENGERS (2).

Un saludo a toda la gente bonita que visita este blog... y también a la gente fea. Cerremos con los títulos de X-Men Reload en 2004. Hace poco les platiqué del subsello Tsunami de Marvel que falló como grupo pero tuvo series interesantes, incluidas dos de mutantes, Mystque y New Mutants. Con Reload, la primera continúo adelante y la segunda se canceló para ser relanzada como New X-Men: Academy X, protagonizada por los alumnos del Instituto Xavier, al estilo Nuevos Mutantes ochenteros, porque sus maestros intentaban alejarlos del peligro pero acababan peleando con supervillanos. Incluía varios conocidos de los New X-Men de Grant Morrison y los New Mutants de Tsunami, como Prodigy, Surge, Rockslide, Dust y Hellion (Julian Keller, no el hijo de Charles Xavier), después se unió X-23 a la plantilla. Fue un cómic bien recibido por los lectores e incluso sobrevivió a House of M, con notorios cambios de los que ya les platicaré llegado el momento. De Academy hay que destacar una segundona muti: Pixie. Su nombre real es Megan Gwynn y su apodo se debe a que al usar sus poderes se asemeja a un hada, con alas de insecto y polvos mágicos que provocan alucinaciones. También puede crear una espada de la nada, pero eso tiene un transfondo interesante, pues en la saga Quest for Magik el alumnado viajó al limbo del demonio Belasco y Pixie descubrió que al igual que Illiana Rasputin, sus poderes son una mutación mágica y la mencionada espada era parte de su alma, que se iba perdiendo cada vez que la conjuraba. Esto fue traumático para Megan y se vio forzada a madurar demasiado rápido, lo que en el mundo real la hizo interesante para escritores y lectores. Tras los eventos de Messiah Complex, los X-Men se desintegraron y reiniciaron un nuevo equipo en San Francisco, con guiones de Matt Fraction, que anunció con bombo y platillo que Pixie sería un personaje clave, ocupando la vacante de adolescente novata y ansiosa de ganarse su lugar.

Fue promovida a miembro activo del grupo e incluso tuvo su propia miniserie, Pixie Strikes Back, en donde descubrimos que es hija de Jason Wyngarde, el mutante Mente Maestra, lo que explica su capacidad para crear ilusiones. Su última participación importante fue durante el crossover entre X-Men y Dark Avengers, cuando Emma Frost aparentemente se unió a Norman Osborn, llevándose a Pixie como parte de los Dark X-Men; probablemente sepan que fue una farsa y ambas regresaron junto a Cíclope para fundar la isla de Utopía. Tras esto y la salida de Fraction de la franquicia, Pixie sólo tuvo otro par de apariciones e imagino que debe estar en la escuela de Wolverine, pero no la he visto. Dato curioso: cuando aparecieron las primeras imágenes de la pelícual X-Men: First Class, vimos una mujer con alas insectoides que a muchos nos hizo pensar que se trataba de Pixie, después descubrimos que era Angel Salvadore, una de las alumnas creada por Morrison en New X-Men y que tiene poderes de insecto. Otro título de Reload fue District X, escrito por David Hine y ubicado en el ficticio barrio neoyoquino habitado por mutantes, que conocimos en los X-Men de Grant Morrison. Era una especie de novela negra, con policias enfrentando a las mafias que siempre buscan dominar los guetos, sólo que con superpoderes para hacer las cosas más interesantes. Por si no bastara, los protagonistas eran una pareja mixta de polis, el humano común Ismael Ortega y el mutante Bishop, que lidiaban con sus diferencias y semejanzas. A esta serie le pasó algo muy común en el medio de los cómics: la crítica no se cansaba de aplaudirla y los lectores de ignorarla. Duró poco más de un año y en el último arco, que se cruzaba con House of M, cambió su nombre a Mutopia X.

Para terminar, el último lanzamiento estelar de Reload fue Cable and Deadpool. Como recordarán esos dos personajes tuvieron unos cambios muy raros desde la llegada de Grant Morrison a la familia mutante pues los obligaron a encajar con el resto de títulos, pero algún editor decidió juntarlos y contra todo pronóstico fue una de las mejores decisiones. En el arco inaugural, ambos personajes terminan por casualidad trabajando en el mismo caso: un virus que permite cambiar el color del mundo… literalmente. Deadpool fue mandado a robarlo por un culto religioso mientras Cable de verdad intentaba mejorar al planeta y es que desde que se había curado del virus tecno-orgánico y sus poderes estaban a plenitud se le metió en la cabeza que debía ser un mesías para la humanidad. Esta idea también fue base del siguiente arco, pues Nathan estaba tan enfocado en ello que no le importaba obligar a los gobiernos a cambiar sus políticas y Wade fue contratado para detenerlo. Dato curioso: Cíclope también se opuso a su hijo, algo que resulta irónico si consideramos sus actos más recientes. Aunque Deadpool consiguió detenerlo -con ayuda de un invitado inesperado- a partir de ahí se forjó un lazo intenso y bizarro entre ambos, ya que en el tercer arco Cable volvió a ser un bebé, bajo el cuidado de Deadpool, algo extrañísimo pero aplaudido unánimemente. Y es que esta serie fue muy bien manejada por el guionista Fabian Nicieza, que metió muchos toques de humor desenfadado y encantó por igual a fanáticos y críticos que lo consideraron una excelente lectura y uno de los mejores dúos en la historia de Marvel, apenas por debajo de algunas parejas icónicas como Capitán América y Falcon. Otra cosa curiosa es que en esta historieta aparecieron Agent X, el protagonista del cómic en la época de Morrison y que todo pensamos que era el verdadero Deadpool, y el agente de Hydra, Bob, al que conocemos en México por la versión MAX del personaje. Tristemente, con los eventos de Messiah Complex, que cambiarían la vida de Cable, esta serie se dio por terminada en el ejemplar 50 y ambos personajes siguieron con cómics individuales. De hecho, Nicieza ya no quiso escribir el final y los dos últimos números son de otro guionista. En nuestro país,creo que sólo se publicó el tie-in de Cable and Deadpool con House of M, pero eso lo veremos otro día porque ya fue todo lo de Reload y la próxima semana tendremos algo diferente... por fin.