¡Es magia!

POST MÁGICO

No, no planeo burlarme de la magia que practica Alan Moore, así que no hace falta que Mr. S llame a sus sindicato de trolls. Esta sección tratará sobre los dos últimos grandes seres mágicos surgidos en DC Comics durante la época de bronce del cómic. A darle y al final veremos los resultados de la quiniela y un anuncio especial.

-Blue Devil

Creado en 1984 por los escritores Dan Mishkin y Gary Cohn, con el dibujante Paris Cullins, primero en una historia de complemento dentro del cómic de Firestorm para saltar a un título propio ese mismo año. Su origen no deja de ser chistoso: Daniel Cassidy era un realizador de efectos especiales contratado para una película llamada precisamente Blue Devil, en donde él mismo interpretaría al monstruo que daba nombre al filme; para ello creó un exoesqueleto... es decir una botarga con tecnología de punta; pero en uno de esos casos que sólo en los cómics pueden ocurrir, dos miembros de la filmación despiertan por accidente a un demonio auténtico. Daniel aprovechó que su súper bortaga le otorgaba fuerza y resistencia superior a la humana para pelear con el demoño y consigue regresarlo al infierno, pero no antes de que el diablete le aplique su magia, la cual lo fusiona con su traje, conviertiéndose en un Diablo Azul real. No mamar.

A partir de ahí adopta la vida de un superhéroe convencional, incluso con su propio ayudante y todo (un tal Kid Devil)... lo curioso del asunto es que durante ese tiempo establecieron que él seguía siendo un humano atrapado en un traje de demonio, lo que me hace preguntar como iba al baño si no podía quitarselo. Llegó a ser bastante popular, incluso uniéndose a la Liga de la Justicia y teniendo una participación destacable en la Crisis en las Tierras Infinitas (no es que haya hecho algo importante pero protagonizó un segmento, cosa poco común considerando la cantidad de personajes que intervinieron en esa saga). Pero a partir de la era moderna de los cómics el personaje es reescrito, comenzando por su muerte, tras la cual regresa a la vida ya no como un tipo atrapado en un traje sino como un demonio completo. Seguía siendo un buen tipo y ganó poderes infernales, incluido un tridente que le permite mandar al infierno a otros demonios que deambulan por la Tierra, pero también le trajo las debilidades de los otros sirvientes del chamuco, lo que permitió que un villano lo matara con agua bendita. Pero BlueDevil resucitó una segunda vez, esta vez para unirse a Shadowpact, el grupo de seres mágicos de DC que lucha contra las amenazas sobrenaturales y con los que ha permanecido intermitentemente. Vamos con otro personaje.

-John Constantine

Creado en los límites de la época de bronce de los cómics, es obra del guionista Alan Moore y el dibujante Steve Bissette, auxiliado por John Totleben. Su primera aparición data de Swamp Thing #37, con fecha de 1985. Un secreto a voces dentro del medio es que, visualmente, Constantine estaba basado en el cantante Sting, que por ese entonces aún tenía la imagen de alma atormentada que lo hizo famoso cuando era vocalista de The Police, no la de galán maduro que se construyó años después.

Desde su primera aparición, como una especie de consejero místico de Swamp Thing, Constantine se volvió increíblemente popular y eso se debió a que era un hijoeputa.... en serio. Déjenme tratar de explicarme: hay diferentes tipos de seres mágicos en el universo DC, están los que tienen magia natural (digamos heredada), los que la han adquirido a base de años de estudio y preparación y los merecenarios oportunistas como es de quien ahora hablamos. Constantine sí es un hechicero, conoce lo que es la magia, pero la mayor parte de ella proviene de objetos que ha ido adquiriendo de modo no muy honesto, de tratos que establece (con criaturas tanto del cielo como del infierno) y de hacer trabajos para otros seres mágicos y después cobrárselos con favores.

A diferencia de héroes convencionales, él enfrenta al mal, pero no lo hace con fines altruistas, sino por la adrenalina que le proporciona la aventura, lo que hace que rara vez emplee hechizos sino que combate físicamente las amenazas. Además siempre se enfoca en el bien mayor dejando lo demás en segundo plano y sólo hasta que se alcance el equilibrio entre el bien y el mal, es decir, que combate a los demonios pero no se preocupa por las víctimas que dejan (a menos que le sean útiles en la pelea) y si el chamuco no causa mucho desastre quizá tampoco pierda su tiempo con él. Por poner un ejemplo, en cierta ocasión que un demonio estaba usando los medios de comunicación, Constantine llega a una estación de televisión y se encuentra a un sujeto que, por el embrujo del diablillo ése, estaba sacándose sus propios intestinos y el buen John ni lo libera del hechizo ni termina con su sufrimiento, sólo le pide que disculpe la interrupción y continúe con lo suyo.

Nadie puede culpar a Constatine de injusto, porque ese desinterés por las vidas individuales también es para sus amigos , muchos de los cuales han sido usados como herramientas por el hechicero sin que él muestre ningún remordimiento cuando mueren (aunque en las aventuras que revisan su pasado han mostrado que no siempre fue así). Esa es la clase de hijoeputa que es Constantine y la razón por la que la película basada en él fue un fracaso tanto entre comiqueros como el público general, ya que en la pantalla el tipo era un blandengue que buscaba redención... que fraude.

Pero volviendo al cómic, Constantine tendría su gran momento al mismo tiempo de su creación cuando fue eje de la saga American Gothic, donde ese mentado manipulador hace viajar a Swamp Thing por todo Estados Unidos para combatir amenazas sobrenaturales ... sabiendo o quizá esperando que no sobreviva. También formó parte de la Crisis en las Tierras Infinitas y fue el encargado de reunir a todos los seres mágicos de DC para combatir la amenaza desde el plano místico. Gracias a esta intervención muchos magos hasta entonces ridículos y segundones fueron tomados en serio (como Zatana).

En 1988 Constantine obtuvo título propio, Hellblazer, que a diferencia de los otros cómics de la época se manejaba en tono realista y cuando fue creado el sello Vertigo se mudo allá, para mantenerlo alejado del género superheroico. Hellblazer se ha convertido en el estandarte del sello Vertigo desde entonces, pero actualmente todos se preguntan qué pasará con él ahora que DC está llevando de vuelta a sus personajes a las ediciones principales.

Probablemente por las características de Constantine, él se mantenga como protagonista de la serie ahí mismo en Vertigo, de lo contrario la mayoría le auguran un fracaso si tiene que volver al universo de Batman y Supes. Dos datos curiosos: primero, en un principio, las aventuras de Constantine se narraban en tiempo real, es decir, un año de cómic era otro año de vida para John, por lo que llegó a verse su fiesta de cumpleaños número 40; actualmente ya no lo mencionan, pero tampoco se descarta que siga envejeciendo como persona real. Segundo, aunque no hay menciones del universo DC dentro del cómic de Constantine, no es del todo claro si está fuera de su continuidad, ya que ha aparecido con frecuencia en algunos eventos, quizá a modo de broma (por ejemplo, en fiestas y funerales de otros héroes) y seres con los que compartió aventuras como Swamp Thing y Zatana sí están identificados con el resto del universo superheroico. Hellblazer y Constantine han sido consentidos de público y crítica por igual durante varios años, incluso ganándose un par de galardones, así que tienen la oportunidad de leer alguna saga no la pierdan.

Y ahora vamos con los resultados de la quiniela. En esta ocasión sólo participamos tres: Diavolo, Diego y yo... ¡Y los tres le apostamos al Santos! Los cuales para no variar metieron las cuatro (no es sexual, es que son unas pinches bestias). Pero ni modo, tiene que haber un ganador forzosamente, así que será quien haya estado más cerca en su pronósitco del marcador global (5-3). El ganador, por tanto, es el dibuja-grillos que dijo que sería 4-3 (aunque para la otra portería). Con su triunfo se hizo acreedor a una portada de Nalgas Frías más el sartén para hot-cakes de Daniel, pero tendrá que quitárselo él mismo y el Nani-Papas ya se dio a la fuga en su lacha para no entregarlo, puej.

Ahora el anuncio que prometí: aunque muchos dudaron que este día llegaría, la próxima semana será el último post sobre la era de bronce del cómic y antes de saltar a la época moderna cerraremos con las grandes obras que marcaron el final de una época. Y para despedirme, no se confíen por la ausencia de Vonice... nunca se sabe qué planea. Adiós.