Cuando busques una ilusión, piensa en...

LOS QUE HACEN LOS MONITOS (4)

Veamos los miembros faltantes del proceso de elaboración de un cómic. Adelanto que no cuento al editor, pues a nivel artístico no debería ser considerado, pero en la historieta comercial son bien metiches.

-Entintador

También encontramos su crédito como el de acabados. Se encarga de dar la forma final al trazo a lápiz. Remarca las líneas y rellena los negros totales que sólo se señalan en los bocetos (los dibujantes suelan rayonear las áreas obscuras o las marcan con cruces). Debe poseer comprensión de volumen, iluminación y textura que le permiten corregir el original sin trastornarlo. Su trabajo es particularmente delicado cuando la obra será en blanco y negro, porque el color no cubrirá detalles faltantes.Para los acabados se permite todo tipo de herramientas convencionales como manguillos, estilógrafos, tramas mecánicas, bolígrafos y pinceles; pero también las no convencionales que consigan efectos interesantes, como la espátula, la navaja de afeitar (se impregna de tinta y se raspa el soporte, una vez lo intenté y es difícil), aspersores (para soplar tinta, sin albur) e incluso los mismos dedos de la mano. El trabajo de un dibujante puede cambiar mucho dependiendo de quién lo entinte, por el tipo de técnica y herramienta que posea. Se puede entintar directamente sobre el original, pero como muchos artistas y editoriales conservan los originales a lápiz (y los venden en e-bay) lo regular es hacerlo en algún papel translucido. -Colorista

Sin duda la función que más ha crecido desde la introducción de los medios digitales al cómic es la del colorista. Originalmente, el encargado del color recibía la página terminada, elaboraba una mascarilla en papel translucido con lápices de color y acuarela y la usaba como base para seleccionar tonos en una paleta de colores fijos que se colocaban mediante tramas en la imprenta (sí, por eso es que en los cómics viejos el color está hecho de puntitos).Con la era digital el colorista captura la imagen en blanco y negro y la trabaja con diversos programas, con las ventajas de que puede agregar efectos especiales y agilizar el proceso de impresión. Existen incluso algunos coloristas que ya hacen entitado digital o que aplican los colores directamente sobre el trazo a lápiz sin perder definición.Hay un modo extra de colorear y nos remite de nuevo al concepto de autor completo: la página empieza directamente por el color, trabajado con técnicas tradicionales y después se delínea con tinta o se deja tal cual. Como todos saben este tipo de trabajos son escasos y generalmente caros.-Letrerista

Bueno, empiezo por aclarar que la palabra letrerista no existe, sólo se usa en los cómics editados o hechos en México. El término correcto sería rotulista o rotulador. El problema es que en nuestro país (y lo aclaro para nuestros visitantes extranjeros) el rotulista es el que pinta letreros de casas y negocios. En los primeros cómics era un trabajo era muy valorado y requería de excelente caligrafía, porque se hacía el llenado a mano. El letrerista entraba antes que el entintador, escribía sobre la página a lápiz y así el de las tintas ya sabía dónde iba el texto y delineaba el resto. Con la llegada de los medios electrónicos su labor se facilitó paro también se degradó y su crédito bajó del cuarto al quinto (debajo del colorista). Aún así su obra ahora es más lucida ya que pueden dar efectos a la letra y hacer ellos mismos las onomatopeyas (que antes eran hechas por el mismo dibujante) y no están nada pobres, porque las tipografías se venden y andan por los 50 dolares. La letra a mano ya sólo se usa en proyectos especiales y en algunas tiras cómicas.

Con esto terminamos los que hacen los monitos, pero aún habrá más elementos técnicos y la próxima semana… ¡Shazam!

Antes de irme, les platico que el fin de semana pasado fui a La Mole, la dizque convención de cómics. Pensaba hacer una nueva reseña al respecto en alguna hora del peyote, pero la verdad es que no tengo nada nuevo que agregar al reporte que hice como 5 meses atrás: Sólo dos venderores de cómic gringo (uno de ellos mi dealer habitual, así que no cuenta), un par de stands con cómics nacionales (baratos, pero algo madreados) y la omnipresente editorial Vid, que ni con su 50% de descuento me convenció de adquiriles mucho (sólo me traje un par de historietas de ahí).

Harto disfrazado para el olvido, incluido un wey que iba de bárbaro o algo parecido (o sea, en puro calzón) y la chuchería manga habitual (sí, harta banda de Naruto). A continuación les dejo algunas de mis compras, que discutiré en el chat conforme las vaya leyendo. Abur.