Saludos,
gente inteligente... y hermanos Ano. Hoy veremos un poco de DC Comics
y su personaje insignia, Supes. Comencemos en el año 2004, con el
elseworld de 96 páginas Superman: True Brit, que nos narra como
habría sido la vida del primer superhéroe del mundo si en lugar de
caer en los Estados Unidos hubiera sido Inglaterra. Para los
fanáticos de Red Son (la historia del Superman ruso) no piensen ni
por un momento que ésta fue la respuesta británica de ese cómic, lo interesante del caso es que True Brit fue
co-guionizada por John Cleese, miembro del legendario estudio de
comediantes Monty Python, y Kim Howard Johnson, escritor y
el mayor fanático del mencionado grupo, lo que auguraba mucha sátira
y humor desparpajado. Como suele ocurrir en estos casos, existen
versiones inglesas de los personajes que ya conocemos, por ejemplo,
el matrimonio que encontró la nave del niño kriptoniano seguía
siendo Jonathan y Martha, pero compartían el apellido Clark y
llamaron al bebé Colin, pensado que era su nombre original
(malentendieron Kal-El). Como estudiante conocerá al amor de su
vida, Louisa Layne-Ferret, juntos trabajarán de reporteros en el
tabloide Smear, con su compañero James Bartholomew-Olsen y bajo las
órdenes de Peregrine Whyte-Badger; Colin tiene miedo de usar sus
poderes por los problemas que le causaron mientras crecía y porque,
como buen británico, le preocupa guardar las apariencias (eso lo
dice la obra, no yo), pero surgirán problemas que le
obligarán a salir de las sombras. True Brit está dibujada por el
clásico John Byrne, que si bien ya estaba en sus malos años, contó
con las tintas de Mark Farmer, que dotó sus lápices de un estilo
alandavisesco. Las críticas son variadas: algunas dicen que es una
historia muy divertida, otras que es anacrónica, unas más juzgan su
falta de seriedad y algunas otras ni si quiera la consideran
graciosa. Lean y juzguen.
Vamos con la miniserie de 4 episodios Superman: Secret Identity del mismo año 2004, con guiones de Kurt Buziek y arte del siempre interesante Stuart Immonen. Aquí vemos la vida de Clark Kent, un extraterretre que cayó de niño en Kansas y posee increíbles habilidades... ¡no! Este es un mundo sin superhéroes, es sólo que un matrimonio apellidado Kent le puso a su hijo Clark como al héroe de las historietas sin imaginar las burlas que esto le traería en la escuela. Todo hasta que un día, como por arte de magia, descubrió que podía volar y tras esto manifestó el resto de los poderes de su homónimo de los cómics; su primer instinto fue usar sus nuevas habilidades para ajustar cuentas con quienes lo molestaban y realizar uno que otro acto heroico, lo que evidentemente atrajo la atención de los medios y descubrió lo molesto que es eso y por qué son necesarias las identidades secretas, así que se las ingenió para que nadie supiera que había superpoderes involucrados en sus hazañas. Los cuatro capítulos de esta serie siguen la vida de Clark, que se convirtió en escritor e, irónicamente, novio de una mujer llamada Lois, pero es entonces que debe tomar decisiones difíciles si quiere formar una familia con ella, porque durante ese tiempo no resistió la tentación de ponerse un traje de Superman y salvar algunas personas, notas ridiculizadas por la prensa, pero no por la milicia, interesada en chismes así en un mundo donde los metahumanos no existen, pero sí relatos de un chico de Kansas que ya había tenido sospechas de extrañas habilidades. Sin ser un gran éxito de ventas, Secret Identity fue bien recibida por la crítica y quienes la han leído también hablan bien de ella. Se puede conseguir en recopilado, que está gordito, porque los números originales eran de 48 páginas.
Terminemos por hoy con el años 2005 y la miniserie de 3 episodios Superman: Strenght, escrita por el semi-autor de culto Scott McCloud y dibujos del desconocido Aluir Amancio, aunque al parecer el propio guionista hizo los bocetos de cómo quería distribuidas páginas y poses. Es una revisión más de los primeros años de Clark Kent, cuando comenzó a cobrar conciencia del nivel de sus poderes en la adolescencia, con la innovación de que aquí nos dicen que no siempre fue tan centrado como le gusta retratarlo a otros escritores y cuestionaba si debía limitar sus habilidades como decían sus padres en lugar de explotarlas. Así que huyó de la granja y comprobó por sí mismo que tenía el mundo para ofrecerle, pero no todo es como esperaba. Ahora, no por esto piensen que es una historia instrospectiva y aburrida, todo eso lo conoceremos a través de flashbacks, mientras que en el presente Supes enfrenta la terrible amenaza del nuevo villano Fido... es más desafiante de lo que su nombre indica. La premisa de esta serie, como la anunciaba la misma DC Comics, era descubrir cuál es la fuente de la fuerza del azuloso: sus poderes alienígenas o la moral enseñada por sus padres. Ya saben, todo eso que suena más de Spiderman pero funciona con casi cualquier héroe. He leído buenas críticas de esta miniserie, que aplauden la labor desmitificadora de McCloud, aunque también leí un juicio duro contra el arte de Amancio y algo debió tener de cierto dado que no encontré más menciones de su trabajo en la industria gringa. Se puede conseguir en recopilado, tamaño estándar porque, al igual que el que vimos antes, los números originales son de 48 páginas. Tienen portadas de Alex Ross. Eso es todo por hoy, la próxima semana seguiremos con DC. Adiós.
Vamos con la miniserie de 4 episodios Superman: Secret Identity del mismo año 2004, con guiones de Kurt Buziek y arte del siempre interesante Stuart Immonen. Aquí vemos la vida de Clark Kent, un extraterretre que cayó de niño en Kansas y posee increíbles habilidades... ¡no! Este es un mundo sin superhéroes, es sólo que un matrimonio apellidado Kent le puso a su hijo Clark como al héroe de las historietas sin imaginar las burlas que esto le traería en la escuela. Todo hasta que un día, como por arte de magia, descubrió que podía volar y tras esto manifestó el resto de los poderes de su homónimo de los cómics; su primer instinto fue usar sus nuevas habilidades para ajustar cuentas con quienes lo molestaban y realizar uno que otro acto heroico, lo que evidentemente atrajo la atención de los medios y descubrió lo molesto que es eso y por qué son necesarias las identidades secretas, así que se las ingenió para que nadie supiera que había superpoderes involucrados en sus hazañas. Los cuatro capítulos de esta serie siguen la vida de Clark, que se convirtió en escritor e, irónicamente, novio de una mujer llamada Lois, pero es entonces que debe tomar decisiones difíciles si quiere formar una familia con ella, porque durante ese tiempo no resistió la tentación de ponerse un traje de Superman y salvar algunas personas, notas ridiculizadas por la prensa, pero no por la milicia, interesada en chismes así en un mundo donde los metahumanos no existen, pero sí relatos de un chico de Kansas que ya había tenido sospechas de extrañas habilidades. Sin ser un gran éxito de ventas, Secret Identity fue bien recibida por la crítica y quienes la han leído también hablan bien de ella. Se puede conseguir en recopilado, que está gordito, porque los números originales eran de 48 páginas.
Terminemos por hoy con el años 2005 y la miniserie de 3 episodios Superman: Strenght, escrita por el semi-autor de culto Scott McCloud y dibujos del desconocido Aluir Amancio, aunque al parecer el propio guionista hizo los bocetos de cómo quería distribuidas páginas y poses. Es una revisión más de los primeros años de Clark Kent, cuando comenzó a cobrar conciencia del nivel de sus poderes en la adolescencia, con la innovación de que aquí nos dicen que no siempre fue tan centrado como le gusta retratarlo a otros escritores y cuestionaba si debía limitar sus habilidades como decían sus padres en lugar de explotarlas. Así que huyó de la granja y comprobó por sí mismo que tenía el mundo para ofrecerle, pero no todo es como esperaba. Ahora, no por esto piensen que es una historia instrospectiva y aburrida, todo eso lo conoceremos a través de flashbacks, mientras que en el presente Supes enfrenta la terrible amenaza del nuevo villano Fido... es más desafiante de lo que su nombre indica. La premisa de esta serie, como la anunciaba la misma DC Comics, era descubrir cuál es la fuente de la fuerza del azuloso: sus poderes alienígenas o la moral enseñada por sus padres. Ya saben, todo eso que suena más de Spiderman pero funciona con casi cualquier héroe. He leído buenas críticas de esta miniserie, que aplauden la labor desmitificadora de McCloud, aunque también leí un juicio duro contra el arte de Amancio y algo debió tener de cierto dado que no encontré más menciones de su trabajo en la industria gringa. Se puede conseguir en recopilado, tamaño estándar porque, al igual que el que vimos antes, los números originales son de 48 páginas. Tienen portadas de Alex Ross. Eso es todo por hoy, la próxima semana seguiremos con DC. Adiós.