Hola, niños, la palabra de hoy es: Sodomía

Curiosamente estoy comenzando a escribir esto la mañana del Domingo, pero como es mi costumbre, lo terminaré de seguro en la madrugada. Pero ahora lo más importante es lo siguiente.

Como saben, Vonice ha desaparecido, y no tenemos idea de su paradero, ya lo buscamos en todos los bares y antros Gay de la ciudad, y nadie nos dio razón de un pingüino ebrio con goggles. Sin embargo, después de una extensa búsqueda satelital y con anuncios pegados en bardas de escuelas primarias, hemos descubierto que le pasó al fin.

Ahora comprendo por que decía que Twitter es del Diablo.

Pero pasemos al tema de hoy. Hace una semana el ruco habló de cómic argentino, y de manera rápida mencionó a Héctor Germán Oesterherld, y su obra cumbre: El eternauta. Hoy ahondaremos un poco más en esta historieta y su autor.

Pero para entender el eternauta primero debemos conocer a su autor.

Héctor Germán Oesterheld nació en 1919 en Argentina, hijo de madre española y padre alemán. Estudió geología, pero a raiz de publicar una novela seriada en el suplemento de un periódico, decidió que la escritura le llenaba más que recoger pierdas, así que se dedicó a ella de tiempo completo.

Sin embargo, se fue a las historietas, en editorial Abril teniendo cierto éxito (che, era como el Jack Kirby argentino), hasta que se separó y ceró su propio sello, Editorial Frontera, donde aparece pro primera vez el Eternauta, con un éxito abrumador.

Pero, debido a fugas creativas, mala administración y algunas crisis, el sueño se estrelló contra un muro de ladrillos, y Editorial Frontera tronó, a penas 5 años después de su fundación.

A esto le siguió volver a trabajar para otras publicaciones, y una progresiva adopción de ideas de izquierda (no ha faltado quien lo Tacha abiertamente de Sandinista), hasta que sus creencias políticas lo llevaron a ser blanco del "Proceso de Reorganización Nacional" (esto es, cuando la dictadura militar argentina eliminó organizaciones civiles, políticas y ciudadanos opositores), según la leyenda negra, lo obligaron a ver como mataban a sus cuatro hijas. Las circunstancias de su muerte real son inciertas. Y en 1983, recordandolo, se publicó una imagen de sus personajes principales, con la leyenda....

E incluso hay una película de 1999 sobre su vida, titulada H.G.O.

A la fecha si buscan "oesterheld" en Google Noticias, verán que se están desarrollando los juicios por los crímenes contra intelectuales de esa época. Pero como siempre, nada puede compensar la muerte de un hombre brillante.

Con todo lo anterior en mente, podremos entender mejor...

El eternauta, considerada por muchos la mejor historieta de ficción argentina, fue publicado el la revista Hora Cero Semanal en 1957, concluyendo hasta 1959, pues solo se publicaban "pedacitos". El guión es de H. Germán Oesterheld y el dibujo de Francisco Solano López Tuvo una diarrea de éxito, y con diversas secuelas, reediciones y hasta un remake, pero en este post solo nos ocuparemos de la primera parte, que universalmente es considerada la mejor.



En la metaficción a su máximo, el mismo Oesterheld recibe en su estudio la visita (más bien la teletransportación) de un visitante que se identifica como "El Eternauta, el viajero de la eternidad", y le cuenta su historia.

Todo comienza cuando Juan Salvo, un tipo común, con una vida común, está jugando cartas con sus amigos, una noche de invierno. Escuchan en la radio una noticia sobre pruebas nucleares en el Pacífico, cuando de la nada comienza a nevar, cosa en extremo rara, ya que históricamente solo se tienen registradas dos nevadas en Buenos Aires desde su fundación.

Pero no es una nevada común, tiene una extraña fosforescencia, y mata. Mata todo lo que toca, animales, insectos, plantas, incluso microorganismos. En unos minutos muere la gran mayoría de la población de Buenos Aires y zonas aledañas.

Pero Juan Salvo, su esposa e hija, y sus amigos, Favalli y Lucas, están vivos y a salvo, gracias a que su casa estaba bien cerrada, y el ingenio de Favalli, consiguen crear una burbuja de seguridad. No hay electricidad ni teléfono, y una transmisión habla de que el extraño fenómeno se expande, además de que de alguna manera las transmisiones por radio se están haciendo más y más difíciles.

La idea inicial de que la nevada es ceniza readioactiva se derrumba al no detectar nada con un contador Geiger, y que se niegue categóricamente en la radio. Ante el panoarama desolador, pero aún optimistas, el grupo se crea un traje asialente similar al de un buzo para poder salir y conseguir suministros, hasta que llegue la ayuda, sin saber que están en el primer día del fin del mundo.

Encuentran algunos otros sobrevivientes, como Pablo, un jovenzuelo que se salvó por quedarse encerrado en un sótano, algunos más amistosos que otros, pues conforme todo se derrumba, se establece la ley del "sálvese quien pueda".

Poco a poco se van revelando detalles de la trama, como extrañas y lentas bolas de fuego que caen en determinados puntos de la ciudad, y visiones furtivas de sombras inhumnas moviéndose entre la nieve, hasta que un destacamento del ejército llega confirmando sus miedos.
Todo se trata de una invasión extraterrestre, con medios muy superiores a los de la humanidad, sin ningún aprecio por la vida Terrestre, y necesitan reclutar a todos los sobrevivientes que puedan para hacerles frente antes que se instalen definitivamente y sean invencibles.

A partir de aquí comienza la historia de verdad, con mucha acción, misterio de verdad y algunos momentos estilo las películas del Santo. A pesar de las limitaciones de la época, no le pide nada a los guiones e historias modernos, e incluso, al ser escrita en los 50, es más políticamente incorrecta y violenta que muchas cosas "indie" actuales.

Hay que mencionar que Oesterheld no tiene personajes perfectos que salvan al mundo, no, el héroe no es Juan Salvo, si no el colectivo de personas, el ejécrito, sus vecinos, las personas que siguen resistiendo en todo el mundo. Y en última instancia, es un reflejo de como el hombre común, que paga impuestos y tiene problemas y aspiraciones mundanas, puede convertirse en un héroe, aunque termine siendo un héroe trágico.

Curioso es que el invasor nunca sea visto en realidad, enviando a luchar razas ya conquistadas, incluso hombres manipulados. Y en este sentido, los "Ellos", como se denomina a los invasores, son cualquier gobierno o institución que se valga de las armas del miedo, el genocidio y la guerra con marionetas para lograr el dominio (muy importante al tomar en cuenta el contexto de disidente de Oesterheld). Las armas que emplean son metáforas muy bien disfrazadas y terriblemente efectivas (lean en especial el asedio al lugar donde se atrinchera el ejército).

Dejando fuera todo lo anterior, está una genial y muy verosímil historia de invasión, que muestra lo primitivos e insignificantes que somos en el cosmos, además e reflexiones algo filosóficas dobre la inteligencia cerca del final. Una obra que debe leerse, y no los dejaré con las ganas.

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Por hoy es todo, tarde, pero seguro este post cósmico, me despido con una cita de este gran cómic.

"Tu lucha, lo mismo que la lucha de tus compañeros y de todos los hombres que combatieron contra la invasión, no ha sido en vano, aunque así te parezca"