APTO PARA TODO TROLL
Saludos, gente. Estamos por concluir con los años de 1988 y 89, pero antes de llegar al fin es necesario hablar de Dark Horse. Para empezar, el 88 fue el año en que esa editorial lanzó su primer cómic original de los Aliens. Cabe aclarar que no era la primera vez que esos feos protagonizaban una historieta, porque desde su película original, una editorial pequeña sacó una adaptación en cómic de la misma; pero esta vez se trataba de una trama nueva... aunque inspirada en Alien 2 y, de hecho, ya está fuera de continuidad, porque los protagonistas del cómic eran los sobrevivientes de esa cinta y, para cuando salío Alien 3 descubrimos que en realidad sólo Ripley sobrevivió.
Pero a partir de entonces Dark Horse no dejó de explotar la franquicia Alien y saturaron el mercado de miniseries, lo cual fue muy bueno para ellos, porque los fanáticos no parecen tener llenadera y siguen pidiendo más y más. Cuando las ideas se les agotaron, en 1992, sacaron un encuentro ahora clásico, Alien vs Predator, que redituó aún más y que fue inspiración directa para las películas que vimos hace apenas unos años. Para completar el cuadro absurdo remataron con Alien vs Predator vs Terminator,y además se volvieron los villanos favoritos para los crossovers con otras compañías y tanto Alien como Depredador han peleado contra Batman, Superman, La Liga de la Justicia, Linterna Verde y WildC.A.T.S, más los que se acumulen esta semana. Dato curioso: ese último crossover con los héroes de Jim Lee es interesante, porque lo hicieron como si fuera una historia habitual y no sólo un encuentro ocasional, hasta tiene repercusiones en la continuidad, como ya veremos en otro post.
Cabe mencionar que aunque la mayoría de cómics de Alien tienen un afán consumista y aportan poco a los no fanáticos de los mostros, existen excepciones como Alien: Caos, que es una especie de viaje surrealista ilustrado por muchos artistas, entre los que destacan Sean Phillips, Sergio Aragonés y hasta la leyenda viviente, Moebius. También es en un cómic de Alien vs Predator donde Alex Maleev comienza a desarrollar su estilo fotográfico que hoy le conocemos.
Cambiemos a 1999, año en que Dark Horse saca a la luz uno de los personajes más conocidos fuera de los cómics aunque curiosamente tiene pocas historietas, me refiero a The Mask. Cabe aclarar que ya había aparecido años antes dentro de una tira cómica y con el nombre Masque, pero es hasta el 89 que usaron el nombre The Mask y desarrollaron el concepto de una máscara mágica que daba poderes casi infinitos. Es por este relajo de ediciones que se le considera un personaje con muchos creadores, desde Mike Richardson (fundador de Dark Horse) hasta John Arcudi (escritor de la primer miniserie).
Siendo honestos, todos conocemos a este ser por la película de Jim Carrey y eso no es malo, porque la cinta está directamente basada en el primer arco del cómic, pero con una notable diferencia de tono, porque en las historietas el sujeto verde es notoriamente más violento y sus bromas pueden terminar con la muerte de quienes las sufren; de hecho, su papel es el del villano y en lugar de héroe es reconocido como un asesino serial. Datos curiosos: en el cómic no se refieren al ser verde como La Máscara sino como Big Head y, a diferencia de la película, el protagonismo salta de Stanley Ipkiss al teniente de policía Kellaway, quien es el portador de la máscara en la segunda parte de la trama, mientras el primero muere. Al arco original siguieron varias miniseries, todas con portadores diferentes para La Máscara, incluso Ipkiss regresó como zombie en una de ellas. Al igual que los Aliens, The Mask era favorito para los crossovers, pero la mayoría de propuestas se frustraron y los únicos relevante fueron con Lobo y con el Joker.
Ahora vayamos con la DC Comics de 1989, que fue un año parteaguas para esa empresa, porque fue el inicio de los llamados Elseworlds, historias ubicadas en realidades y épocas posibles que, como reza su propio eslogan, “han existido o pudieron existir y otros que no pueden, no pudieron o no debieron existir”. Aunque muchos los vieron en un inicio como malas copias de los What ifs marveleros, estas sagas, más allá de su calidad, han sido ampliamente benéficas para DC porque son autoconclusivas y visualmente atractivas, los lectores que no son habituales de un personaje suelen comprar los Elseworlds porque no necesitan saber toda la historia de los protagonistas para entenderlas y, para los que sí son fanáticos, casi siempre ofrecen guiños o referencias a la continuidad real que les arrancan una sonrisa. También a los escritores les ofrecen libertad en cuanto a caracterización y desarrollo de personajes, ya que ahí los héroes pueden hacer cosas que normalmente no harían, como matar a los villanos o incluso convertirse ellos mismos en los malos del cuento.
El primerElseworld fue Gotham by Gaslight, que ya podrán imaginar era protagonizado por Batman, pero en el siglo 19 y enfrentando a Jack el destripador. En los noventa hubo muchos títulos bajo el sello Elseworld, hasta que en 2005 se les puso una pausa para tratar de reiniciarlos con más planeación y no sólo cada vez que un escritor tuviera ganas de hacer algo diferente. Recientemente se anunciaron más títulos para los próximos años. Hay muchos Elseworlds dignos de mención, pero me limitaré a recomendar unos pocos como:
-Batman: Red Rain, donde el murciélago se convierte en vampiro y enfrenta a sus clásicos villanos pero en versión mostrosa. Tuvo dos secuelas.
-Kal, que narra las aventuras de un Kal-El que aterrizó en la Tierra medieval, con un rey Luthor y una lady Lois, una auténtica tragedia clásica.
-Flashpoint, un universo donde Flash fue el único metahumano existente y ahora, en silla de ruedas, Barry Allen debe enfrentar la posibilidad de volver.
-The Nail, mi favoritos, donde los viejos Kent jamás encontraron la nave del bebé Kal-EL y lo diferente que es el mundo de los superhéroes sin Superman.
-Distant Fire, un mundo postapocalíptico donde Superman parece ser el último sobreviviente, pero ahora sin poderes.
-Red Son, en el que Supes en lugar de Estados Unidos cae en Rusia, camaradas.
Y muchos más que ustedes mismos deben leer, con la ventaja de que Vid trajo varios de ellos a México. Este tipo de historias son tan atractivas que, así como en su momento se acusó a House of M de ser un gigantesco What if? Igual podemos pensar que el próximo megaevento de DC, Flashpoint, es un Elseworldsote. En fin, posiblemente el Elseworld más conocido es Kingdom Come, pero ya les hablaré de él en otro momento.
Cambiando de tema, en 1989 apareció Tim Drake, el morro destinado a convertirse en el tercer Robin; su origen lo encontramos en la saga Un Lugar Solitario para Morir, donde se revela como un detective nato, pues sin ayuda de nadie deduce que Bruce Wayne y Dick Grayson son Batman y Ala Nocturna respectivamente. Contacta a este último, al darse cuenta de que la muerte de Jason Tood afectó demasiado a Batman y podría llevarlo a caer en el abismo; en esta misma saga Tim porta por primera vez el traje del niño maravilla, pero los editores aprendieron del error anterior y decidieron llevarlo con calma, así que Batman lo toma como aprendiz pero sin uniforme y sin participar en las misiones, y es hasta los noventa que Tim se vuelve Robin y con un traje nuevo (gracias a Dios por fin le cubrieron las piernas); esta vez con el beneplacito de los lectores que lo hicieron más popular que sus predecesores y hasta serie regular tuvo.
Como deben saber, ahora Tim Drake es Red Robin, una decisión que muchos aceptaron como evolución mientras otros dicen que es un lamentable retroceso, sólo el tiempo lo dirá. Por cierto, Un Lugar Solitario para Morir fue publicado en su época por Vid, dentro de aquel Batman tamaño cuadernillo, aunque no sé si aun sea posible de localizar y, a título personal, a partir de ahí Nightwing se volvió de mis héroes favoritos.
Continuando con el tema batmansesco, en el 99 surge la novela gráfica Arkham Asylum, que narra un motín dentro del famoso manicomio y Batman se ve obligado a entrar y luchar física y psicológicamente contra todos sus internos. Escrita por Grant Morrison es una aventura muy irreverente pero no por eso menos profunda, vemos a un Batman tan rudo que nada le pide al de Frank Miller, pero al mismo tiempo es un trabajo reflexivo sobre la naturaleza de la locura. Es una de las sagas más aplaudidas por los fanáticos e impresa en alta calidad, hasta hubo una serie limitada de ejemplares que iba cubierta por una camisa de fuerza, jojojo.
Para terminar con el murciélago, en ese año apareció la versión actual de Huntress; recordemos que en el universo preCrisis, la Cazadora era la hija de Batman y Gatúbela en Tierra 2, pero con la fusión de los universos no había lugar para ella y fue borrada. En esta nueva versión se trataba de Helena Bertinelli, hija de un mafioso hasta que su familia muere en las luchas por el control y se pasa al lado de los justicieros; su única relación con Batman era haberse inspirado en sus metodos, aunque el murciélago nunca ha confiado realmente en ella. Esta nueva Cazadora ha tenido momentos de gran popularidad, sobre todo como parte de la Liga de la Justicia (aunque fue despedida por esceso de rudeza) y del equipo Birds of Prey; además de tener dos adaptaciones a la pantalla chica, la primera muy buena en las animaciones de Batman y La Liga de la Justicia y la segunda terrible, en la serie Birds of Prey, en donde regresaban al concepto original de la hija de Gatúbela, pero que a nadie le acabó de gustar. Dato curioso: en años recientes, aprovechando los estragos de Final Crisis, se publicó una historia en donde la Cazadora actual recordaba su otra vida como hija de Batman y Gatúbela.
Pasando al otro icono de DC, en Action Comics 645 aparece Maxima, una extraterrestre del planeta Almerac, una raza amazonica, busca a su pareja perfecta y se convence de que es Superman. Por cierto, Maxima es la primera en decirle a Supes sobre su incompatibilidad genética con los terrícolas a diferencia de los almeracianos, lo que significa que Clark jamás podrá hacer un chamaco con Lois.
Después del rechazo del hombre de acero, se debatió mucho entre ser heroína o villana, pero finalmente eligió en buen camino y hasta la hicieron miembro de la Liga de la Justicia, asumiendo una papel wolverinesco, porque le importaba más pelear contra los villanos poderosos que proteger a los ciudadanos o ayudar a sus compañeros. A su salida de la Liga de nuevo estuvo inclinada a la maldad, hasta que llegó la saga Our Worlds at War en 2001 donde peleó por la salvación de todo el universo... y murió.
Maxima también tuvo su versión animada en la serie de Superman, en un capítulo muy divertido; y posteriormente en Smallville, donde la interpreta una nenorra bastante sabrosona.
Para cerrar con la DC de 1989, en ese año un editor de DC debió darse cuenta de que habían pasado 3 años desde el final de la Crisis en las Tierras Infinitas y nadie había actualizado al Hombre Halcón, así que apareció la miniserie Hawkworld escrita por Timothy Truman. Esta serie pretendía establecer al Hawkman extraterrestre (y a su esposa de paso) como la versión definitiva del personaje, en ella descubrimos que él era un policia en su planeta Thanagar, pero al notar que el gobierno era represivo y violento con los ciudadanos se rebeló, fue acusado de traidor y obligado a escapar a la Tierra donde se convirtió en el héroe que conocemos.
Como era de esperarse, los gobernantes muestran ser los verdaderos malvados, Hombre Halcón regresa a su planeta, los derrota, limpia su reputación y el pueblo le pide que los gobierne, pero él dice que su lugar ya no está ahí sino en la Tierra. Como todos los orígenes de Hawkman, sólo estuvo vigente unos años, ya que contradecía no sólo las historias viejas sino muchas de las contemporáneas; en 1994 con la miniserie Hora Cero lo modificaron de nuevo. Hawkworld también fue publicado en México, gracias a que Vid sacaba en los cómics de Bats y Supes algunos intermedios con Flash, Mujer Maravilla, la Liga y, en este caso, Hombre Halcón; en ese entonces leí completa esa saga, pero actualmente sólo conservo la conclusión.
Para cerrar, debo hablar de los independientes, porque en 1989 también apareció un personaje de auténtico culto en el cómic mundial, se trata de The Crow. Creado por James O'Barr, es uno de los más grandes exitos de la historieta independiente, sólo detrás de otros como Las Tortugas Ninja y Cerebus; narra la historia de un sujeto asesinado por una banda callejera, pero no antes de ver como violan y torturan a su novia hasta la muerte, entonces una espíritu en forma de cuervo le regresa la vida y el poder para cobrar venganza.
El gran éxito del cuervo radica en retratar en sus páginas todo el ambiente darketo de la época, no sólo a nivel gráfico sino también argumental, con un protagonista melancólico, devastado y con tendencia a recibir daño físico... si hubiera sido creado en esta década, en lugar de icono darketo sería dios emo. Con permiso del autor hubo miniseries posteriores (incluso una serie regular en Image que sólo duró 10 números), no tan afortunadas pero que al menos han mantenido vivo el mito, sin contar las películas y la serie de televisión que llevaron al personaje a la cúspide de la popularidad en los noventa.
Con eso terminamos, a partir de la próxima semana comenzaremos con la pesadilla de muchos: la década de los noventa. Ahora vayamos con otra nominación a los óscares, la categoría viene de Vonice y es Mejor Vestuario. Los nominados:
-Iron Grillo
-Il Angelo
-La armadura de las vergas
Más tarde pueden votar en la encuesta y para terminar otra rola ochentera en los Clásicos del Polo. Adiós.
