La sección favorita de los anónimos

OTRO POST CAMPECHANO

Saludos, gente. Continuamos con nuestro recorrido por 1992 a través de las diferentes compañías de cómics, comenzando por Marvel. Por ese entonces el escritor de Avengers era Bob Harras (el mismo que editaba los Hombres X en la época de Jim Lee) y había adoptado la política de que el equipo estuviera conformado por puros héroes sin título propio, como lo que hacía antes DC con la Sociedad de la Justicia. Las únicas excepciones a la regla eran Thor (Eric Masterson) y Capitán América, aunque este último aparecía muy poco, servía más como enlace con el gobierno y los verdaderos líderes en el campo de batalla era la Viuda Negra y el Caballero Negro. A mí me gustaba esa etapa y creo que tenía mucho potencial, pero la mayoría de lectores la despreciaron y la falta de héroes grandes hizo que las ventas se desplomaran.

Al principio Bob Harras no tuvo problemas por su gran amistad con el editor en jefe (DeFalco) pero ni eso lo salvaría del recorte si las cosas continuaban así por lo que ideó una mega saga que involucrara a los Vengadores y demás títulos relacionados con ellos. Así nacio Operation: Galactic Storm. Publicada en México como Operación Tormenta Galáctica, que por cierto creo que fue el último mega crossover publicado por Novedades antes de perder los derechos, se compuso de la friolera cantidad de 19 capítulos, distribuidos en la series Avengers, Avengers West Coast, Quasar, Capitán América, Thor, Iron Man y Wonder Man (sí, aunque no lo crean en ese entonces Wonder Man tenía cómic propio). Trataba sobre una guerra a muerte entre los imperios Kree y Shi'ar y aunque estaban a años luz de distancia, como siempre la Tierra acabó embarrada en medio y nuestros héroes se volvieron intermediarios... emisarios de paz se supone pero repartiendo madrazos.

Con 19 partes en 7 cómics diferentes podrán imaginarse que el desarrollo de la saga es bastante desnivelado, a veces muy buena, otras terrible, pero tiene momentos impactantes como la pelea entre Thor y Gladiador, el jefe de la guardia imperial Shi'ar y sobre todo el desenlace. Resulta que los Shi'ar crearon una negabomba capaz de destruir todo el planeta trono de los Kree, la cual se supone que no planeaban usar pero... ups, que sí se detonó, destruyendo a casi toda la raza de extraterrestres azules.

El Capitán América estaba en el planeta cuando cayó la bomba, pero extrañamente sobrevivió... y es en serio lo de extrañamente, porque estuvo en el epicentro exacto de la detonación y quedó ahí tendido y todo, pero se levantó de nuevo. Todos los Vengadores dispersos llegaron a las ruinas con el Capi y entonces llegaría la revelación más impactante de la saga: la Inteligencia Suprema Kree fue quien ocasionó intencionalmente la guerra, sabiendo que la negabomba destruiría todo el mundo del trono. De acuerdo con su teoría, la raza Kree estaba evolutivamente estancada y ahora que los sobrevivientes vieran su mundo destruido y su imperio convertido en una colonia Shi'ar, se volverían más grandes y fuertes. Los Vengadores se encabronaron y muchos de ellos dijeron que la Inteligencia Suprema merecía pagar por lo que hizo... con su vida. Esta saga puede considerarse un antecedente directo de Civil War, porque fue el primer gran rompimiento entre el Capitán América y Ironman; el primero tomó partido por los que pensaban que su misión ahí había terminado y debían dejar que las leyes castigarán al cabezón, mientras el Caralata fue portavoz de los que pedían pena de muerte para la Inteligencia Suprema y es que, finalmente, qué ley podía castigarlo.

Ironman impuso su derecho como Vengador fundador y les dijo a los otros que la decisión estaba tomada y si querían impedir su plan deberían pelear con ellos, lo cual estaba medio pelado porque el Capi tenía de su lado a Wonder Man, pero Ironman a Thor, así que simplemente los dejaron ir y vivir con su conciencia. Llegaron al escondite de la Inteligencia Suprema y tras una corta pelea la tuvieron a su merced, el mencionado Thor era quien iba a darle el tiro de gracia, pero se arrepintió de querer tomar una vida... El Caballero Negro no tuvo conflicto y que se lo despacha. En un epílogo se pude ver que la Inteligencia Suprema también había calculado que eso pasaría y que una pequeña parte de ella escapó, para también volverse más fuerte. Tras regresar a la Tierra, el Capi estuvo rencoroso y se mantuvo alejado del grupo y poco después también Ironman tomaría una decisión, pero ya les hablaré de eso dentro de poco.

Mientras tanto, tras el éxito de The Ray, el dibujante Joe Quesada fue seleccionado para hacer unos cuantos números de The Question y eso llamó la atención de Dennis O'Neil, editor de los cómics de Batman, que lo llamó para trabajar en un proyecto especial. Quesada ha dicho que Batman era su personaje favorito, así que no lo dudó dos veces.... y por eso mismo se sintió estafado cuando supo que el murciélado sólo era invitado especial y que el protagonista de la serie era un héroe totalmente nuevo. El proyecto en cuestión era Sword of Azrael, escrito por el propio O'Neil.

Publicada en México por Editorial Vid en un sólo tomo, fue originalmente una miniserie de 4 números que narraba la historia del joven Jean Paul Valley, que un buen día descubre que su padre era un guerrero llamado Azrael, al servicio de un culto ancestral conocido como La Orden de San Dumas, y no sólo él, también su, abuelo, bisabuelo, tatarabuelo y de ahí pal real. Cuando alguien engañaba, atacaba o traicionaba la Orden, Azrael debía castigarlo y fue lo que intentó el padre de Jean-Paul (que se llama igual que él y que su abuelo y... ya entienden) pero fue herido de muerte en el proceso. Le contó parte de la verdad a su hijo en su lecho de muerte, pero olvidó decirle que ahora era su turno de convertirse en Azrael y, lo que es más, sin darse cuenta había sido entrenado para eso desde que era un niño y bastaba liberar el conocimiento oculto en su subconciente para convertirlo en uno de los mejores guerreros del mundo.

Como todo este asunto ocurrió en Ciudad Gótica, Batman investigó el caso, pero no le fue muy bien porque terminó siendo capturado por el asesino del Azrael anterior (que también era parte de la Orden) y ahora era turno de Alfred para hacer equipo con Jean Paul y su entrenador, un enano llamado Nomoz. La Espada de Azrael me gusta, es una buena historia y el arte no demerita porque es de la época en que Quesada sabía dibujar seres humanos y no sólo demonios y ironmanes. Azrael se quedó como personaje de reparto en los títulos del murciélago y aunque en ese entonces nadie lo sabía, sería importante para el futuro de Batman... bueno, eso no aplica en México, porque aquí se publicó después de la Caída del Murciélago, pero ya llegaremos a eso. Dato curioso: esta miniserie hizo que los reflectores se posaran sobre Quesada y fue llamado por Marvel para que dibujara algo de mutantes, es más, le dieron a escoger cualquier serie X que quisiera. Según sus propias palabras, él no estaba interesado, pero sabía que los mutantes eran las ligas mayores y que sería algo digno de tener en el currículum, así que pidió que le dejaran dibujar X-Factor, que era escrita por Peter David y, como ya les dije, fue la mejor etapa que tuvo ese cómic.

Y ya que hablamos de mutis, el x-over de ese año fue X-Cutioner's Song, conocida en México como la Canción del Verdugo. Esta saga fue el primer gran evento que no contaría con Chris Claremont o Jim Lee y los autores querían que saliera muy bien y sí debo ser honesto, lo lograron... no molestes, Diavolo. La saga trata de que Cable le mete un plomazo a Charles Xavier y eso pone en conflicto a los Hombres X y Fuerza X, pero... ah caón, que el franco tirador no fue Cable sino Stryfe, su clon venido del futuro (aunque en un principio no quedaba claro quién era el clon). Durante la pelea terminan involucrándose Apocalypse y Mr. Sinester, para terminar en una madriza gigantesca en la base de Stryfe en la luna, donde Cable tiene que sacrificar su vida para detenerlo... aunque ya saben que eso no significa gran cosa entre mutantes.

Como dije, esta saga es buena y, a diferencia de muchos arcos que prometen cambiar el universo para siempre, esta sí tuvo repercusiones a largo plazo en el unverso mutantes. Por ejemplo: catapultó la popularidad de Cable y justo despues de volver de la muerte obtuvo cómic propio; Apocalypse pasó de ser un villano de Factor X a una amenaza para todo el universo mutante, conviertiéndose durante casi todos los noventa en el villano central de los Hombres X, por encima de Magneto; se estableció la relación sanguínea entre Cíclope y Cable; y por último, pero no menos importante, el virus Legacy.

Si los Hombres X son una alegoría de la discriminación, el virus Legado viene a ser su parábola sobre el VIH, porque al igual que el sida en el mundo real fue motivo de señalamientos para las las preferencias sexuales y razas minoritarias, en los cómics los mutantes enfrentaron la peor de las persecusiones por el virus creado por Stryfe y que al principio sólo afectaba a mutantes pero después le dio en la madre a humanos normales tanmbién. Este planteamiento tan popular en ese entonces se extendió más de la cuenta y los lectores nomás se la pasaban preguntando cuándo encontrarían la cura para ese jodido mal que, entre otros, le costó la vida a la eterna enamorada del Profesor X, Moira, y la hermana de Coloso, Illyana (que ya revivió).

Y así estuvieron por toda la década, fue hasta el 2001 o 2002 que por fin apareció la mentada cura y para poder probarla, Coloso tuvo que sacrificar su vida... sí, revivivó. En realidad la única razón por la que se lo hicieron es porque Grant Morrison estaba a punto de hacerse cargo del título y Quesada les pidió a los escritores que le dejaran el camino lo más plano posible cerrando todos los arcos que llevaran mucho tiempo en desarrollo. Hace poco, en el cómic de X-Force, el virus Legado volvió a aparecer, ya que al parecer había una muestra escondida y fue robada para crear una versión más mortífera, por suerte parece que eso fue sólo cuestión de un arco argumental y ahí acabó. Pero de nuevo fue mencionado durante Secret Invasion y más recientemente en ese arco de X-Men donde salen como zombies... pregúntenle a Diavolo cómo se llama.

En 1992 comenzaron los rumores de que Marvel pensaba adquirir Malibu Comics, algo que no se concretaría hasta 1994, pero que puso en alerta al subsello Image porque de darse la venta ellos volverían a pertenecer a la empresa que dejaron y eso es algo que sus miembros no querían, así que era momento de tomar decisiones... Pero eso lo veremos la próxima semana junto con otras menudencias del cómics. Vayamos con su gustada sección Clásicos del Polo Ochenteros y Noventeros. Esta rola es todo un clásico, para bien o para mal. Adiós.