¡Sábado 13! La mala suerte me persigue

VARIEDAD PARA TODOS LOS GUSTOS.

Saludos, gente. El post de hoy será muy movido así que empecemos de una buena vez. Primero una visita a DC Comics, que en 1993 ya había tenido el trancazo de la Muerte de Superman y el editor de Batman, Dennis O'Neil no pensaba quedarse atrás con su propio megaevento, Knightfall, conocido en México como La Caída del Murciélago. Hay dos versiones, la primera es que ya planeaba esta saga desde que publicó la Espada de Azrael, la segunda es que improvisó algo para atraer los lectores que había perdido antes Supes, pero como haya sido decidió usar los elementos de los últimos años para desarrollar una trama inovadora.

Todo comenzó con la historia conocida como La Venganza de Bane, en ella nos presentan a este sujeto que toda su vida vivió en prisión en el país de Santa Prisca (no busquen en google earth, no existe), esto debido a que su padre era un agitador prófugo y obligaron al morro a pagar la sentencia en su lugar, sobreviviendo gracias a un cuchillo que guardaba en su osito de peluche (no es broma). Nunca se reveló su verdadero nombre, sólo se sabe que su verdadero padre es el Rey Serpiente, un viejo enemigo de Batman y Robin, aunque pasarían años para que descubriera eso. Como Bane era bastante rudo, pronto dirigía el penal a su antojo y para librarse de él lo obligaron a ser parte de una serie de experimentos con la droga Venom, pero era una versión mejor que la que usó Batman en su momento, la cual otorgaba superfuerza, pero sin causar estupidez como la original y no creaba adicción, al menos eso era al principio, pero a los editores posteriores no les gustó eso de que fuera una droga libre de culpas y dijeron que sí volvió adicto a Bane.

Pero bueno, en ese momento Bane era fuerte, inteligente y un brillante estratega, así que escapó de la prisión y por esas casualidades de la vida llegó a Ciudad Gótica, pero siendo tan listo como era supo que si ese había de convertirse en su reino debía vencer a Batman, al cual convirtió en la manifestación de sus demonios internos. El primer paso fue propiciar una fuga masiva en el Asilo Arkham para llevar al murciélago al límite de sus habilidades; realmente esta es la parte importante de la saga porque es donde se ven las peleas contra todos sus enemigos clásicos, desde Hiedra Venenosa hasta el Ventrilocuo, pasando por la Polilla, el Acertijo (aunque ese no estaba en muy buenas condiciones), Croc, etc. Sin duda, lo que todos esperaban era el encuentro con el Guasón y creo que no decepcionó a nadie, porque por primera vez Batman estaba libre de ataduras morales (debido a una tóxina del Espantapajaros) y le metió tremenda madriza al payaso. La pelea contra Bane se desarrolló en la Baticueva, porque el villano ya sabía la identidad secreta de su enemigo, y es bastante rápida, aunque no carente de emoción. Bane probó su superioridad física, sumada al agotamiento de Batman y en un toque final de sadismo le rompió la espalda en lugar de matarlo. Bruce quedó paralítico y no sólo Bane seguía libre sino que la ciudad era un caos tras el paso de los villanos, así que decidió que alguien debía tomar su lugar para mantener vivo el símbolo del murciélago protector y el elegido fue Jean Paul Valley.

Azrael se puso el traje y salió a la caza de Bane y pese a un inicio dudoso, terminó poniendo la ciudad en orden y derrotando al villano, aparentemente demostrando ser un sucesor digno. Dato curioso: como el objetivo de Knightfall era atraer y afianzar nuevos lectores, también aprovecharon el momento para lanzar un cómic regular de Gatúbela, que desde entonces se mantuvo hasta hace un par de años. Tras esta saga comenzó otra llamada KnightQuest, en donde veíamos al mismo tiempo las aventuras del nuevo Batman y un viaje de Bruce y Alfred, que para no estar de ociosos se dedicaron a buscar al padre de Robin (Tim Drake), que andaba extraviado. Como ésta se desarrolló en su mayoría al año siguiente les hablaré de ella en otro post.

De momento hay que decir que pasó con Bane, que a diferencia de Doomsday que se mantuvo como una gran amenaza a su regreso, él tras su derrota ante Azrael pasó al anonimato y sólo se le veía como otro golpeador. A mí me parecía un desperdicio porque era un personaje interesante; muchos lo odiaban porque no les agradaba que un villano nuevo fuera quien derrotara a Batman, querían que alguien de la galería clásica lo hiciera (obviamente casi todos votaban por el Guasón y a mí me habría gustado la KGBestia, que además tenía todos los elementos que le dieron a Bane), pero eso no significa que fuera malo, por el contrario. Quizá su mayor problema era su falta de motivaciones, es decir, es probable que muchos no estén de acuerdo conmigo, pero Bane no era propiamente un villano. Hizo muchas cosas malas, actuaba en su beneficio propio, pero lo único que lo movía era el deseo de vencer a Batman, no el caos en sí mismo o la búsqueda de poder; así que tras vencer a Batman una vez no había mucho que hacer con él. Fue hasta hace poco que le dieron cierta notoriedad y mostraron que era una figura temible dentro del bajo mundo; tras Infinity Crisis se volvió parte de Secret Six, el equipo de villanos reformados al estilo de Suicide Squad, que dicen que era una buen cómic porque seguían siendo intimidantes pero la serie también jugaba con la comedia involuntaria. Bane tuvo una adaptación en la serie animada de Batman, aunque era un poco paródica porque exageraban su imagen parecida a la de un luchador, también tuvo cameos en un par de capítulos de Batman Beyond. Apareció como golpeador y guardaespaldas de Hiedra Venenosa en la infame película Batman&Robin, con un cuerpo inflado como globo ycrecientemente fue anunciado como el villano central en el final de la trilogía dirigida por Cristopher Nolan, ya hasta salieron a la luz sus primeras imágenes, muy diferentes al cómic. Esto también hace pensar que, seguramente, en DC debe haber planes para él en el próximo año, ya sea en forma de miniserie o en algún arco de las series regulares.

Ahora un vistazo a Marvel. En ese entonces era evidente que nada de lo que sacaran podría opacar la Muerte de Superman, pero eso no importaba, recuerden que 1993 fue el punto más alto del Boom del Cómic, es decir, había tanto pastel para repartir que hasta el más flaco salía con diabetes. Así que en lugar de apostar a un sólo megaevento (como Infinity Crusade), los editores potenciaron las sagas largas en una misma serie (con muchos héroes invitados) y crossovers entre títulos afines. Ya les hablé de tres de ellas: Maximum Carnage (en los títulos de Spiderman), Siege of Darkness (de los Midnight´s Sons) y The Fall of the Hammer (en la línea 2099), así que hoy veremos la de Punisher, llamada Suicide Run.

Como les comenté una vez, en la primera mitad de los noventa, el vigilante de cráneo en el pecho era uno de los cinco héroes más populares de Marvel, por lo que tenía 3 cómics propios: Punisher, Punisher War Zone y Punisher War Journal y fue a través de ellos que se desarrolló Suicide Run y hay quien dice que era sólo una parodia de la Muerte de Superman; no sé si realmente fue hecha con esa intención, pero es cierto que tiene un par de elementos sospechosos. Déjenme contarles. Punisher se enteró de que los líderes mafiosos más importantes de todo el mundo se reunirían y para asegurarse de matar a todos cargó un camión con explosivos y lo llevó al lugar de reunión.

Pero la cosa no era tan fácil, al llegar al lugar los mafiosos ya lo esperaban y se armó la balacera, a la que se sumó el FBI y V.I.G.I.L, una nueva fuerza del gobierno dedicada a cazar a los tipos como Punisher (aunque como suele ocurrir, ellos eran igual de problemáticos y eran

dirigidos por un loco), al verse sobrepasado, nuestro héroe dijo ¡a la verga! Y detonó sus bombas, destruyendo todo el lugar y a sí mismo. Al hacerse pública la muerte de Punisher, varios tipos decidieron tomar su lugar, incluyendo a una mujer policía (Lynn Michaels), un vigilante venido de Inglaterra (Outlaw), un expolicía que había perdido a su familia por culpa de la mafia como el original (Payback, que ya había aparecido previamente), un tipo que se convirtió en un Punisher de alta tecnología (Yuppunisher), un gordo que era como un vigilante cómico (Desmond Kline) y un enmascarado que en realidad era un matón de la mafia que protegía a una familia al mismo tiempo que desprestigiaba al Punisher original (Hitman, el de la segunda portada).

Mientras los nuevos continuaban la guerra contra el crimen (menos Hitman) y enfrentaban a V.I.G.I.L, descubríamos lo que ya imaginábamos, que Frank Castle no estaba muerto sino débil y oculto en un pequeño poblado cercano llamado Laastekist, pero las cosas tampoco iban bien para él, porque la policía local lo encontró y arrestó sin saber quien era, pero ya habían mandado sus huellas digitales a los federales para investigación. Tanto los federales como la mafia se enteraron de que Punisher vivía y fueron al mentado pueblecito, armándose la gorda, pero Frank convenció a las autoridades locales de que el único modo de que el pueblo no se volviera un baño de sangre era trabajando juntos, con lo que logró doblegar a los mafiosos y a V.I.G.I.L al causar otra explosión. Nuevamente declararon muerto a Frank, pero era parte de su acuerdo con el alguacil, en realidad ya estaba de vuelta en Nueva York recuperando su título.

Suicide Run era una saga muy noventera, porque no aportaba nada nuevo pero te dejaba satisfecho y conseguía su misión de que siguieran comprando el cómic. Por cierto, creo que no se volvió a saber nada de los otros Punishers, aunque podría equivocarme.

Vamos con Image comics, específicamente con Spawn, que por ese entonces tenía guionista de lujo, Neil Gaiman, creador de Angela que era, valga la redundacia, un ángel justiciero y eso la llevó a pelear contra Spawn. Era la equivalente de Gatúbela, la Gata Negra o Elektra, porque era la típica enemiga que el protagonista tenía que combatir cuando lo que realmente deseaba era encamarla. Los excelentes guiones de Gaiman, sumados al hecho de que la angelita usaba una armadura que no protegía mucho, la volvieron pronto en el personaje secundario más querido por los

lectores, pero si su historia dentro del cómic era interesante, la que se desarrollaba en el mundo real era aun mejor.

Verán, como les dije hace tiempo, Gaiman hizo gratis todo esto, pero no es porque fuera muy wey para las finanzas o porque le hubiera firmado un papel en blanco a McFarlane cuando estaba pedo (así acabó Diego trabajando en este blog), mucho menos es que hubiera tenido interés en Spawn; no, lo que pasa es que el creador del engendro ése le ofreció a Gaiman algo que no podía rechazar: los derechos de Miracle Man. Marvel Man o Miracle Man es aquel personaje inglés del que Stark y yo les hablamos hace tiempo, que fue inspirado en el Capitán Marvel original y que bajo los cataclísmicos guiones de Moore se volvió un héroe de culto. Pues bien, McFarlane había comprado los derechos y se los ofreció a Gaiman a cambió de escribir 1 número de Spawn en el cual creó a Angela y a otros dos o tres personajes secundarios que siguieron siendo usados dentro de la serie.

Todo salió conforme a lo planeado y McFarlane le dijo al escritor que le diera unos días para arreglar los papeles... días que se volvieron semanas, luego meses y finalmente años, tiempo en el cual el pinche intento de dibujante ése aplicó la táctica de deudor del fisco y dejó de recibirle las llamadas al afectado. Gaiman, que es un artista y no un usurero, se portó diplomáticamente y se limitó a hacer pública su situación en los medios especializados, esperando que la presión de los fanáticos fuera suficiente para arreglar la situación... pobre ingenuo, porque la burla final llegó por ahí del 2000 ó 2001, cuando en un preview de Spawn mostraron la portada del siguiente número y ¿adivinan quién estaba ahí? Ajá, ni más ni menos que Miracle Man. Dato curioso: Alan Moore, que ni vela tenía en el entierro, salvo por haber sido uno de los creativos del mencionado personaje, aprovechó la situación para mandar uno de sus acostumbrados mensajes en el que decía lamentar por lo que pasaba Neil y remataba con una de sus clásicas quejas contra las grandes empresas; y no seré yo quien defienda a Image o McFarlane, pero la verdad sea dicha, Moore también trabajó para esa compañía y lo trataron bien, así que al menos de ellos no debería quejarse.

Bueno, ahí fue cuando Gaiman montó en colera y levantó una demanda (financiar ese juicio fue la única razón por la que escribió para Marvel la serie 1602). Hay otra versión que dice que desde un principio el acuerdo fue económico, pero que Gaiman había acordado que los personajes que crearan serían suyos y nunca volvería a usarse; según esto la propuesta del intercambio por Miracle Man vino para evitar la emanda.

Como quiera que haya sido, la cosa llegó a los tribunales y por si esto no fuera ya bastante molesto, la cosa se vino a complicar cuando se reveló que McFarlane no era el dueño del personaje; él creía que sí, pero como también les comentaba hace mucho, en realidad los derechos de Miracle Man eran un desmadre, porque practicamente todos los que alguna vez colaboraron con él poseían parte de ellos y McFarlane sólo se los había comprado a una editorial (Eclipse Comics). Como todos saben, actualmente Marvel Man es propiedad de Marvel Comics y en cuanto a Angela y demás personajes se proclamaron como propiedad compartida de Gaiman y McFarlane, lo que deja validas sus apariciones y reimpresiones previas, pero a partir de entonces McFarlane tiene que pedir permiso a Gaiman para poder usarlos o imprimir el material antiguo y, desde luego, eso no pasará.

Independientemente del resultado del juicio, creo que el tiempo, la industria y sobre todo los lectores son los mejores jueces y es por eso que McFarlane siempre será, en el mejor de los casos, motivo de discusión entre quienes lo vemos como un mercachifle y su grupo de fanáticos, mientras que Gaiman ya está más allá del bien y el mal y será visto como un genio mientras el cómic exista.

Vamos con los independientes, en este caso se trata de Shi, creada por William Tucci dentro de su propia editorial, Crusade Comics. Shi es una asesina y guerrera japonesa que busca vengar a su familia que fue asesinada por los Yakuza cuando era niña. El problema es que aunque la familia de su padre tiene la tradición de los guerreros y la venganza por honor, su madre era era una misionera católica, así que vive en un conflicto entre matar y redimirse. Shi saltó a la fama gracias a su sensualidad y violencia, algo común en esos años, pero ademas Tucci hacía guiones inteligentes que contrastaban con esa aparente sensualidad sin sentido. Tuvo crossover con casi todas las compañías, destacando uno con Vampirella y uno con Wolverine. Por ahí del año 2000 hubo rumores de una película basada en Shi protagonizada por Tia Carrere, pero creo que nunca se concretó.

Para terminar en 1993, se publicó en crossover entre Batman y Grendel, un personaje oscuro creado por Matt Wagner en 1983 y que tuvo su origen en una editorial pequeña, pero ha sido casi siempre editado por Dark Horse. Es considerado más como un villano y ha tenido varios portadores del nombre. Este crossover fue elogiado por la crítica y actualmente es localizable.

La próxima semana, de nuevo tendremos para todos los gustos, porque habrá DC, Image y Marvel. Adiós.