1995 fue un mal año... nació Fran

EL PRINCIPIO DEL FIN

Saludos, gente. Hoy comenzamos con nuestro análisis del año 1995 en el mundo del cómic. No pasaron muchas cosas en ese año, pero sí fueron determinates. Y es que en 1995 comenzó la crisis económica del cómic, la más grande desde la caza de brujas de los años cincuenta. Las razón de la crisis fue.... bueno, obviamente fue la falta de ventas, pero lo importante es que causó eso y para enetenderlo es necesario dividir a los consumidores de cómics en dos: los coleccionistas y los lectores.

Por coleccionistas me refiero a aquellos que pueden o no leer cómics, pero igual los compran como una inverisión a futuro, del mismo modo que comprarían una estampilla antigua o una tarjeta coleccionable de Babe Ruth. Después de la Muerte de Superman, se desató una fiebre mediática por los cómics, en prensa y televisión aparecían con frecuencia reportajes sobre autores y títulos y fue entonces cuando mucha gente se enteró de que había historietas que valían mucho dinero. En cuanto los coleccionistas se enteraron de que había sujetos que se hicieron ricos vendiendo el número 1 de Action Comics, comenzaron a adquirir todos los títulos que salían al mes de todas las compañías, esperando el momento de venderlos de nuevo como si se tratará de la temporada de mangos o papayas (sin albur).

Pero las ventas de cómics no funcionan así, que una historieta se cotice alto depende de muchos factores, como su relevancia histórica, sus condiciones, pero sobre todo su antigüedad y número de copias. Es decir, a una primera edición del número 1 de Spawn en perfecto estado quizá le puedas sacar entre 50 y 75 dólares, siempre y cuando no haya alguien con una copia a mejor precio porque entonces te obliga a bajarle y es que existen al menos medio millón de ejemplares de esa impresión aún en circulación (no lo digo en sentido figurado sino literal, Spawn #1 tuvo un tiraje de 1.4 millones de ejemplares y de esos se vendieron más o menos la mitad); mientras que a una primera edición de Detective Comics #27, aun en malas condiciones le sacas de mínimo un cuarto de millón de dolarucos, no sólo por ser la primera aparición de Batman sino porque debe existir apenas una veintena de copias en todo el mundo. Cuando los especuladores vieron que la mayoría del material que había comprado carecía de valor y que lo poco que sí cotizaba tomaría años para reportarles una ganacia mayor a recuperar su inversión original, botaron el negocio. Aunque aun hay muchísimos que compran cómics por negocio, como probó el reboot de DC Comics hace un par de meses.

Ahora, si bien esos compraban buena parte del material, uno pensaría que los lectores regulares bastarían para sostener la industria como lo hicieron antes... pues piénsenlo dos veces. El problema para los lectores es que las editoriales habían crecido pensando cada vez menos en ellos y más en los coleccionistas. Y ahí sí hay que culpar a todas las grandes editoriales, que cada una tuvo su parte de responsabilidad en el desplome de la industria. Por un lado Image y Valiant, que habían devaluado la labor de los escritores con sus cómics basados en el impacto visual, lo cual pudo impresionar al principio, pero cuando los nuevos lectores que habían ganado tras el Boom del Cómic aceptaron que eran historietas para ver y no para leer, prefirieron regresar a la televisión. DC Comics por su parte se dedicó sólo a los crossovers entre sus propios títulos para tratar de jalar lectores a las historietas menos vendidas; entonces ya no podía, por ejemplo, ser sólo lector de Action Comics, te forzaban a leer también Superman, Man of Steel y Adventures of Superman si querías enterarte de cómo terminaba la historia que empezaste. Y por último Marvel, que además de todo lo anterior, fue el principal promotor de las portadas variantes: que si con holograma, que si metálicas, que si en un papel diferente, que si firmadas y todas entre 20 y 50% más caras que un número regular.

Todo esto funcionaba para los coleccionistas, pero hartó a los lectores de antaño y los que se había vuelto aficionados durante la decada de los noventa, que redujeron drásticamente sus compras y algunos hasta las abandonaron. La única editorial grande que se mantuvo fiel a su ideología tradicional fue Dark Horse, pero como era de todos modos la más pequeña y no marcaba tendencia, pues igual fue arrastrada por las bajas ventas. A todas las editoriales les pegó, pero su respuesta fue seguir saturando el mercado con más títulos, algo que terminarían pagando caro durante el resto de la década, sobre todo Marvel que fue la más afectada. Y empecemos precisamente con esa empresa.

Como veíamos la semana pasada, en 1994 Tom Defalco dejó su cargo de editor en jefe y en su lugar fue elegido un Consejo de Editores en Jefe que tomaron todas las decisiones durante 1995. Una de sus primeras medidas fue dividir los títulos en Familias de Cómics, que no era realmente una idea inovadora, desde siempre se ha sabido que existe la familia de cómics de Superman, Batman, Spiderman o los Hombres X, pero el Consejo de Editores lo hizo oficial con el fin de volver más sencillo su manejo... y exculparse a sí mismos. Verán, la mayoría de organizaciones de familias de cómics eran muy orgánicas, es decir, cualquier título donde protagonizara un mutante pertenecía a los X-Titles, pero en otros casos como, por ejemplo, Moon Knight o Heores for Hire, era muy complicado definir a quien le correspondía editar eso y esos cómic terminaban siendo asignados a quien se dejara y a ése se le culpaba del fracaso si es que no pegaba, por lo que casi nadie se quería aventar el paquete.

Con la nueva organización en familias se elegía un sólo editor general para cada una que a su vez asignaba un editor asistente para cada cómic y así cada quien pensaba sólo en su propia chamba. Aunque era una buena idea no resolvió el problema, sólo lo centralizó, porque se creó una familia de Spiderman, otra de X-Men, una de Avengers (ahí pusieron a casi todos los que alguna vez hubieran sido Vengadores), pero también hubo una tal Marvel Edge, donde fueron a botar a todos los que no tenían cabida en alguna de las ramas anteriores y eran casi puros héroes caídos en desgracia que habían sido muy populares a principios de los noventa y ahora ya nadie los pelaba.

Ahí aterrizaron Daredevil, Hulk, Punisher y Ghost Rider. Para rematar los obligaron a tener crossovers entre ellos, aunque no tuvieran nada que ver sus pasados o presentes (sobre todo Hulk). Hasta hubo un intento de cómic regular llamado Over The Edge con historias cortas de todos los miembros de la familia, yo leí el primer número y creo que no hubo más o al menos yo no los conocí. El resultado es que en lugar de seguirse hundiendo por separado, se hundieron todos juntos.

En la nueva mesa directiva de editores, se encontraban dos que destacaban por encima del resto, Bob Harras y Mark Gruenwald, ambos escritores, editores de grandes éxitos y enciclopedias vivientes del Universo Marvel, por lo que desde el principio se especulaba que uno de ellos pronto se quedaría con el título de Editor en Jefe en solitario. Dato curioso: para terminar con el tema de las enciclopedias vivientes, hay que mencionar que además de Tom Defalco, Harras y Gruenwald, Mark Waid es considerado una enciclopedia viviente pero del universo DC y hay alguien aun peor, Kurt Buziek, que es más bien una biblia viviente, porque sabe de Marvel, DC y hasta Image, porque trabajó para Jim Lee y Rob Liefeld; esto se notó mucho en su etapa al frente de Avengers y Thunderbolts, donde revivió a varios personajes que yo creó que ni Stan Lee recordaba haber creado.

Imagino que no le arruinaré la sorpresa a nadie si les adelanto que en 1996, Harras fue el elegido como Editor en Jefe, aunque la mayoría pensaban que sería Gruenwald porque tenía mucho mejor relación personal con los creativos de la empresa, se dice que todos en Marvel lo querían; de cualquier modo no habría estado mucho tiempo en el puesto, porque murió en ese mismo año y fue una de las pérdidas más sensibles en toda la industria del cómic, recibió multiples homenajes dentro y fuera de las historietas.

Cuando Harras asumió el control total llevó un paso más allá el asunto de las familias y las convirtió en Grupos. Era básicamente lo mismo que las familias, aunque un poco más organizado; por ejemplo, Hulk ya tenía crosssovers con el Avengers Group, donde tenía más lógica y el Marvel Edge se volvió Marvel Universe Group para quitarle el tono pesimista. Pero también era aun más limitante, porque editores y escritores podían usar sólo a sus respectivos héroes y villanos y sólo promocionaban los demás cómics de su grupo, como si cada familia fuera una mini-editorial por sí misma. Este sistema nunca fue del agrado de los lectores y la empresa lo abandonó totalmente en 1998, pero ya llegaremos a eso.

Bueno, ya fue mucho de datos económicos y editoriales, para la próxima semana sí hablo de cómics. Vamos con los resultados de la encuesta, la pregunta fue ¿Qué te pareció el Polo Challenge II? Y los resultados:

Supercalifragili... straczynski	10 (13%)
podría leerlo cien veces... pero no lo haré	10 (13%)
Deberían darle un premio tvynovelas	24 (32%)
Lo odio pero fingiré que no para no discutir	31 (41%)

Esto viene a probar que.... ¡El Polo Challenge volvió a ser un éxito! Y hay nueva encuesta. Los dejo con su gustada sección Clásicos del Polo Ochenteros y Noventeros. Adiós.