CÓMICS QUE LEEN EN LOS CÓMICS.
Un
saludo a toda le gente bonita que visita este blog... y también a la
gente fea, que no discriminamos a nadie. ¿Alguna vez han visto que
dentro de un cómic alguien está leyendo un cómic? No pasa seguido
pero a veces ocurre y por los general son chistes del dibujante que
suele poner el título o la portada del propio cómic que leemos
nosotros o de algún personaje del mismo universo. Pues dentro de la
continuidad de Marvel Comics eso tiene una explicación: ahí existe
una editorial llamada Marvels (así, en plural) que se dedica a
publicar historietas basadas en los héroes “reales”; cuando
estos son enmascarados de identidad secreta pues simplemente los
imprimen sin pagarle derecho a nadie, mientras que cuando son figuras
públicas lo hacen bajo licencia.... ¡en serio! Bueno, pues al
editor Tom Breevort le pareció que se le podía sacar más jugo a
esa idea y en el año 2000 sacaron 6 one-shots titulados Marvels
Comics, cada uno dedicado a un héroe diferente y que representan el
modo como son vistos por la gente que vive en esa Nueva York
ficticia.
El primero fue Fantastic Four, escrito por Karl Kesel y ya
saben que dentro del universo Marvel, la familia Richards es muy
conocida y popular entre la gente, así que se supone es un cómic
hecho con autorización de los miembros del grupo, con historias
platicadas por ellos, una sección con cartas de los fanáticos y
hasta una trivia para ganarte la oportunidad de conocerlos en
persona. Marvels Comics Spider-Man fue escrito por el desconocido
Paul Grist y, como dentro de la continuidad real el Araña es un
vigilante perseguido y odiado, lo presentan como un monstruo que se
come a los criminales; el villano es otro monstruo llamado Professor
Squid. Captain America está ubicado en la Segunda Guerra Mundial y
cuenta como el viajero del tiempo Rick Jones conoce al Capi y su
compañero Bucky para enfentar al Barón Zemo; un detalle curioso de
este ejemplar es que, aunque fue escrito por Peter David, para
meterse en ambiente, en los créditos dice que
el autor es el propio Rick Jones y dibujado por Steve Rogers, por lo
que en la historia dicen que el verdadero nombre del Capi es Roger
Stephenson.
Otro especial fue Beware the Daredevil, escrito por Tony
Isabella y en donde el cuernitos de verdad es un diablo, conjurado
por un trabajador social con varios huérfanos a su cuidado, al
estilo de la Legión de Voceadores de DC Comics. La naciente estrella
Mark Millar escribió Codename: X-Men y como era de esperarse fue el
cómic más raro de todos los de la línea, porque ahí los Hombres X
eran un operativo del gobierno, lo cual hacían contra su voluntad,
pues como todos sabemos los mutantes son enemigos de la humanidad y
viven para destruir a los normales; la alineación también es rara
-Wolverine, Mente Maestra, Goblin Queen, Cíclope, Iceman y
Deathbird- pero aun es más loco que el líder de sus enemigos es el
Doctor Strange.
Por último tuvimos Call Him Thor, escrito por Ty
Templeton y como ya deben saber, dentro de la continuidad Marvel, el
ricitos de oro es un héroe muy querido por su poder y apariencia,
pero salvo sus amigos cercanos, nadie acepta que en verdad sea un
dios, así que dentro de ese cómic sus poderes son fabricados
gracias a tecnología alienígena... como si eso fuera más realista;
como dato curioso, al final de ese número pusieron una sección de
cartas donde los supuestos lectores contaban sus experiencias con el
verdadero Thor haciendo referencia a eventos como Inferno y diciendo
cosas como “Thor es real, no como Batman o Superman”,
jojojojojojo. Por último, mencionar que los 6 ejemplares incluyeron
su Bullpen, pero desde el punto de vista de la editorial
ficticia, con menciones a la fundación Maria Stark, la supermodelo
Mary Jane Watson, el regreso del dibujante Steve Rogers al título
del Capitán América y una tira de los
Mini-Marvels que fue incluida en la edición mostro que publicó
Televisa (esa donde Spiderman intenta comerle un brazo a Wolverine).
Vamos
con Image Comics, que en el año 2002 publicó The Pro, novela
gráfica escrita por el siempre irreverente Garth Ennis y con dibujos
de la ácida pero agradable Amanda Conner. Es la sátira de superhéroes más
cojonuda que he tenido la oportunidad de leer -quizá incluso mejor que Nalgas Frías (...)-, parodiando sobre todo
a los personajes de DC, pero con situaciones aplicables a cualquier
tipo encapotado sin importar su universo. Trata sobre un vigilante
cósmico, al estilo del Watcher marvelero, que decide darle
superpoderes a una prostituta, supuestamente con fines de hacerla
evolucionar pero respondiendo más bien a su perversión personal y
una apuesta con su asistente robot. Al saber que tiene poderes, es
reclutada por la Liga del Honor, una ridiculización a todas luces de
la Liga de la Justicia y con evidentes burlas a los absurdos del
género más referencias machistas y homosexuales.
La historia
incluye elementos tan sórdidos como disfrutables: la sodomítica
venganza de nuestra “heroína” sobre un tipo que había abusado
de ella y sus colegas, lluvia dorada sobre una
supervillana, sexo oral con la parodia de Superman y una súper
patada en los tompiates que termina en escena gore, entre otras.
Curiosamente, la historia concluye de un modo extrañamente
conmovedor, que muestra que el heroísmo puede estar bajo cualquier
apariencia. Aunque Conner no era ninguna novata, sin duda The Pro la
puso en la mira de los editores y desde entonces es una
autora muy apreciada en el medio, mientras que a Ennis le permitió
exorcizar todos sus demonios contra el género de superhéroes. Se
puede conseguir la edición original de The Pro y una segunda que
incluye una historia extra de 8 páginas. Dato curioso: en esta
novela fungió como entintador Jimmy Palmiotti, que no sólo ha
trabajado con Conner en varios proyectos sino que se comenzaron una
relación amorosa que acabó en boda.
Vamos con DC Comics, que en el
año 2000 asignó al escritor Geoff Johns al entonces exitoso cómic
de Flash. Antes de que alguien piense que está será mi sección de
quejas de la semana, en realidad esa era la época en que yo era
fanático de ese escritor... no es un mito, esa época existió. Hago
la aclaración porque, aunque en general la etapa de Johns en Flash
fue exitosa y bien escrita, tuvo muchas cosas que a mí no me
gustaron y no tiene nada que ver con mi odio actual hacia ese autor.
Hay que decir las cosas como son: Johns no escribía a Flash sino a
sus rivales, es más, si hubieran cambiado el título del cómic por
The Rogues no habría desentonado para nada; y no exagero, de hecho,
hubo capítulos en los que el velocista ni aparecía y estaban
dedicados a reescribir el origen de alguno de los villanos.
Su etapa
tuvo muchos puntos altos y controversiales, quizá lo más importante
fue la creación de un nuevo flash negativo, Zoom (ya sin lo de
Profesor), que estuvo muy bien trabajado, pues fue introducido como
un personaje secundario, el policía Hunter Zolomon, que fue creciendo mucho
hasta convertirse en un héroe civil trágico que perdió el uso de
sus piernas, le pidió a Flash que viajara en el tiempo para evitarlo
pero cuando él se negó a cambiar la historia lo intentó por su
cuenta y causó un accidente que lo dotó de poderes. Él fue
resposable de que la esposa de Flash abortara, haciendo que Wally
West deseara volver a tener una identidad secreta, lo que consiguió
gracias a que el Espectro (Hal Jordan) borró la memoria de la gente
(también hizo que olvidaran que Barry Allen fue Flash). A esto
siguió el regresó del Capitán Frío, que eventualmente se erigió
en líder de los villanos de Flash, durante una espectacular saga
llamada Rogue War (esa fijación con ponerle guerra a los títulos). También hizo que los villanos reformados
Magenta, Heatwave y el Flautista volvieran a torcer el camino (no es
sexual) y finalmente, durante su última saga, revirtió el aborto de
Linda Park y tuvo unos gemelos que heredaron los poderes de su padre
y que estuvieron vigentes hasta antes del reciente reboot de DC
Comics. Como dije, es una buena etapa, muy recomendable, quizá
porque en ese entonces los editores mantenían bien controlado a
Johns y no como ahora que hace y deshace a su antojo. El segundo Zoom dejó su lugar al original que, para no variar, fue resucitado por Johns.
Para terminar
por hoy, en el año 2000 murió Jack Liebowitz a los 99 años de
edad; un nombre que quizá a muchos no les diga nada, sin embargo,
está escrito con letras de oro en la historia del cómic: era socio
de la editorial Independet News junto con Harry Donenfeld en 1935,
cuando Malcolm Wheeler-Nicholson, el dueño de National Allied
Publications, llegó buscando quien imprimiera su idea de una revista
de historietas llamada New Fun Comics (ya les hablé de ésa en
algunos de los primeros Cuentos del Abuelo). Liebowitz no sólo
confió en la idea sino que se asoció con Wheeler-Nicholson para
sacar una historietilla llamada Detective Comics. Aunque el asunto de
como Liebowitz y Donenfield terminaron sacando de la jugada a
Wheeler-Nicholson es algo escabroso, lo cierto es que eventualemente
la National fue propiedad de ellos y Liebowitz también fue fundador
de All-American Publications, que al fusionarse con la National se
convirtió en lo que hoy conocemos como DC Comics. A Liebowitz se le
achacan muchas cosas, buenas y malas: por un lado fue promotor de
sacarle jugo a los cómics en otros medios, especificamente llevar a
Superman a radio, cine y televisión, por otro era timorato y se
puso del lado de los cazadores de brujas que acusaron a varios cómics
de corruptores de menores durante los cincuenta -lo cual permitió
que DC saliera mejor librado de lo que debió-. Fungió mucho tiempo
como presidente de la editorial e incluso cuando se volvió parte de
Warner (o más bien DC y Warner se volvieron parte de otra empresa
más grande) tuvo su lugar en la mesa de accionistas.
Eso es todo,
pero la próxima semana tendremos un post especial de DC Comics y la
Liga de la Justicia, así que no se lo pierdan. Y no olviden leer este viernes Nalgas Frías vs Huevonazos. Adiós.
7 comentarios:
a chinga el viernes empieza el megaevento??
Y las reseñas del gusgrillo??
Inche abuelo, no mencionas que la tradumaquetación de The Pro es de su servilleta...
Los cómics "ficticios" se oyen interesantes, aunque no relevantes. Me pregunto si los hubiera comprado...
Qué chingón se oye The Pro, me dan ganas de leerlo.
Ese mentado Zoom se me hace placoso, he visto algunas imágenes con el artista de la portada que pusiste y creo que le queda perfecto. Lástima que no he leído nada de él.
Morcant dijo...
Inche abuelo, no mencionas que la tradumaquetación de The Pro es de su servilleta...
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(...)
tuve que leer dos veces la parte donde decias que no te ibas a quejar de Geoff Johns, porque pensé que haía leído mal
jojojojo
pinche Diego dudando de comprar los comics de los comics
¡Yo si lo haría!
pinche Morcant pasame The Pro
Y no se preocupen, vere que muevan Nalgas Frías vs Huevonazos para que no se queden sin sus amadas reseñas (...)
Diego duda pero igual compra
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