Este post casi es cancelado por falta de ventas

LO MÁXIMO

Saludos, gente. Cuando a principios del año 2001, Joe Quesada anunció la contratación en Marvel Comics de los editores Stuart Moore y Axel Alonso (curtidos en la línea Vertigo de DC) y que estarían trabajando en la creación de un nuevo sello, todos imaginaban por dónde iba la tirada. El resultado fue la línea MAX Comics la cual, en efecto, estaba pensada para lectores maduros -ese ambiguo término gringo que significa pensamos en adultos, pero no despreciamos a nadie que tenga el dinero para pagar por este cómic- y al igual que Vertigo se manejaría como si fuera una editorial independiente (incluso sin el logo de Marvel en la portada). Como si esas coincidencias no bastaran, también tomaron el ejemplo de DC y en lugar de arrancar desde cero tomaron un puñado de superhéroes segundones y se los entregaron a los creativos para que les hicieran cambios “adultos”. Si a esto le sumamos que Quesada llevaba rato contratando autores que habían hecho su carrera en DC, pues todo estaba puesto para plantarle una cachetada a la competencia. Los primeros cómics que se anunciaron incluían Cage, Blade, Nick Fury, Howard el Pato, Black Widow, Shang Chi, War Machine y Alias, que sería el único personaje totalmente nuevo. También se anunció en esa primera tanda un cómic de Deathlook que aun no tenía un equipo creativo definido y supongo que al final nadie se quiso aventar el paquete, porque jamás vio la luz. Ahora, seamos muy honestos, MAX siempre estuvo lejos de ser una competencia para Vertigo, posiblemente porque en lugar de tener una línea editorial fija, se enfocaron más en presumir a sus recién firmados autores de renombre (como Brian Azzarello y Greg Rucka), pero sin ser el gran éxito de ventas sí salieron algunas buenas historias, que debe ser lo que a nosotros nos importe. La base de MAX era hacer cosas diferentes con los personajes que ya conocemos, pero también ofrecían lo clásico en todos los cómics que pretenden ser adultos: desnudos y malas palabras; lo cual no es necesariamente algo malo, se vale mientras sea una herramienta y no un fin.

Pero bueno, vamos a lo que nos importa, que son los cómics. La mayoría de las series que salieron a lo largo de los años no tuvieron mayor relevancia, pues caían en lo que ya les decía, de no aportar gran cosa sino lo que ya conocemos pero con encueradas y gritos de “chit” y “modafoca”. Fue el caso de Cage, escrita por Azzarello y que, pese a la gran maestría de ese autor, no pasó de jugar con todos lo estereotipos raciales y ofrecer una historia divertida a secas. Más o menos pasó lo mismo con Shang Chi, Blade (que sólo era más sanguinarío que el cómic tradicional), Pete Wisdom y Nick Fury, que incluso causó molestia en Stan Lee, asegurando que no era el tipo de historias que él quería ver. Y aunque los héroes oscuros fueron la especialidad de la línea no se limitaron, porque también tuvimos Deadpool (ya publicado en México), Dominic Fortune, The Eternal, Rawhide Kid (sí, el vaquero jotito), Thor (con el dios del trueno desmadrando a gusto a sus enemigos) y recientemente Wolverine. También, como ya les decía, estuvo U.S. War Machine (así se llamó la serie) donde Rhody Rhodes fue despedido por Tony Stark por matar a unos agentes de AIM, pero de inmediato recibió una oferta de Nick Fury para dirigir un equipo de soldados con armadura. Es una serie malísima, escrita y dibujada por el siempre criticado Chuck Austen (en blanco y negro), pero la menciono porque aquí se sentó el primer precedente real de un universo MAX independiente del otro. De nuevo hay que hacer la comparación con Vertigo, pues al igual que ahí la continuidad es un asunto ambiguo, pues se supone que es un universo alterno, pero si los editores así lo decidían se les permitía migrar historias y personajes de MAX al universo Marvel. Ya lo iremos viendo. No hay que perder mucho tiempo con los cómics que no valían la pena, mejor vamos con los dignos de mención y empecemos por la miniserie de 6 partes de Howard el Pato... sí, ya sé que pensarán que la cuento sólo por ser su fanático, pero en serio es divertida, porque la escribió su propio creador, Steve Gerber, que con toda su locura habitual hizo una interesante crítica teológica.

Otros personajes conocidos (más o menos) que tuvieron su versión MAX fueron Starr The Slayer, The Destroyer, Hellstorm y el Escuadrón Supremo, ahora en una serie llamada Supreme Power, de la mano del guionista J. Michale Strak... stac... ¡JMS! Fue muy aplaudida por la crítica por su punto de vista maduro sobre como serían los superhéroes en un mundo parecido al nuestro, aunque no deja de tener su semejanza con lo hecho por el mismo autor en Rising Stars. También estuvo Zombie que retomaba un personaje de terror creado por el propio Stan Lee en las revistas en blanco y negro que publicaba Marvel (o Atlas) en los cincuenta. Otro personaje viejo, Foolkiller, tuvo una nueva oportunidad en MAX, que era una versión a lo bestia de Punisher, porque igual atacaba a criminales de cuello blanco y en un toque de ironía los mataba de algún modo que se relacionara con el crimen que cometieron. Y ya que hablamos de The Punisher, se convirtió en el estandarte de este sello, con guiones de Garth Ennis, que tras su buen trabajo en la versión del personaje para Marvel Knights, era la opción obvia; es básicamente el mismo que conocemos, pero sin necesidad de sacar de cuadro sus acciones más violentas o lo que es lo mismo, en lugar de que dispare su ametralladora a algún lugar fuera de la viñeta y sólo veamos la onomatopeya de los gritos de los mafiosos, aquí sí hay tripas y sangre en la toma. Algunos personajes del universo tradicional aparecen en este cómic, como Nick Fury (lo cual se explica porque Ennis también escribió Fury MAX), pero no hay indicios de que existan metahumanos. Ennis escribió Punisher por 60 números, tras lo cual dejó Marvel, pero la empresa quería continuar la serie y señaló como encargado al guionista Jason Aaron, que también tiene gusto por lo sangriento. Aaron completó otros 15 ejemplares y la serie se canceló, sólo para ser relanzada poco después, el segundo volumen duró 22 números. Como ya deben saber, esta serie ha sido publicada por Editorial Televisa en dos ocasiones y ambas se cancelaron, el cierre más reciente fue apenas el mes pasado, pero igual y alguien quiere seguirla leyendo en la versión gringa y, si ése es el caso, no sigan leyendo hasta el siguiente párrafo: los últimos arcos de Punisher lo enfrentan con la versión MAX del Kingpin y Bullseye, lo cual terminará en empate o, lo que es lo mismo, Frank no sobrevive. A ver si Gio se anima a sacar un Mostro o Trolebús con los últimos eventos, pero lo veo difícil.

No sólo de personajes viejos vive el sello y MAX tuvo series totalmente originales, de la cual hay que destacar Alias, del guionista Brian Michale Bendis y el dibujante Michael Gaydos, aunque el Bendis también se llevó a su cuatacho David Mack para que hiciera las portadas. Cuenta la historia de Jessica Jones, que alguna vez fuera una superheroína hasta que se hartó de esa vida y puso una agencia de investigaciones... que también odia. Dato curioso: según su propio creador, originalmente quería que Alias fuera protagonizada por Jessica Drew, la primera Spider-Woman, que por esos días también se dedicaba a investigadora y es uno de los personajes fetiches de Bendis junto con Luke Cage, aunque ambos terminaron apareciendo dentro de la serie. Resultó ser un éxito de crítica y ventas, pues satirizaba el género de superhéroes pero sin caer en los chistes fáciles, manteniendo un nivel de coherencia y, quizá más importante aún, creó una protagonista creíble que no caía en los clichés de las heroínas. Tristemente, la historia estaba muy acotada y no le permitían a Bendis usar a todos los héroes que quería, pero convirtió este problema en virtud y pidió permiso para llevarse a Jessica al universo Marvel regular dentro de la serie The Pulse (luego les hablo más de ella), lo autorizaron y, siendo tan porosa la continuidad del sello MAX, fue fácil decir que siempre estuvo ahí, pero nunca fue una heroína reconocida por el grueso de la población. Alias fue publicada en México en el mismo cómic que Punisher y cancelada junto con él, lo que es una lástima, porque sólo faltaba un arco de 7 números por publicarse. Ojalá Marvel Gio se apiade de nosotros y lo saque en un mostro, pero es improbable. Dato curioso: desde que apareció Alias se rumoró que había planes de llevarla a la pantalla chica y coincidentemente apareció casi al mismo tiempo una serie de televisión con el mismo nombre, protagonizada por Jennifer Garner, lo que hizo que muchos pensaran que en efecto era la adaptación anunciada, pero no tuvo nada que ver.

Otro personaje inédito de MAX fue Black Widow, pues no se trataba de Natasha Romanov sino de una nueva operativa rusa llamada Yelena Belova -al parecer Viuda Negra es el nombre del proyecto militar y cada vez que una muere (o deserta) se sustituye-, la serie era de intriga y asesinato y, como quizá ya sabrán, eventualmente se decretó que la serie entraba en el canon del universo Marvel y Yelena se integró a ese mundo como villana, hasta hace poco la vimos todavía en New Avengers. Por último hay que mencionar The Hood, miniserie escrita por Brian Vaughan y publicada en 2002, que contaba las aventuras de Parker Robbins un antihéroe con poderes místicos otorgados por una capa hechizada (endemoniada en realidad). Al igual que Black Widow, la serie entró en canon cuando el personaje fue retomado en la miniserie “Beyond!” de 2006, tras lo cual Brian Bendis le tomó cariño y lo volvió el enemigo central de sus New Avengers post-Civil War. Desde entonces continuó creciendo (al tiempo que Bendis se hacía más popular en Marvel), pasó a ser uno de los villanos centrales de la sagas Dark Reign y Siege y, más recientemente, estuvo a punto de robarse todo el poder del universo con las gemas infinitas. Volviendo a MAX, otros personajes relativamente nuevos aparecieron en la miniserie X-Men: Phoenix Legacy of Fire, una historia estilo manga donde vemos el origen de la entidad cósmica que tanto atormenta a los Hombres X y no se dejen llevar por sus portadas sexosas, créanme que no vale ni el papel en que está impresa. MAX Comics ya no es un propiamente un subsello porque su producción es muy poca, es más bien una etiqueta para series que por su crudeza no entran en los planes editoriales de Marvel pero cuya calidad los hace viables. Además de Punisher, Alias y Deadpool, en México se publicó el recopilado Haunt of Horror, con adaptaciones de historias de Edgan Allan Poe y HP Lovecraft. Eso es todo, pero no olviden que el lunes comienza La Semana Sexual. Adiós.