Saludos, platos placeros, y bienvenidos a otra edición de Tele Sin Adriano, el mejor post con la palabra "Adriano", ahora con 100% menos Adriano.
Después de haber publicado el trailer de la bazofia conocida como From Dusk Till Dawn: The Series, pensé que era momento de limpiar el buen nombre de las adaptaciones de cine a TV con una de las mejores series (del año pasado, para seguir con nuestra tradición de cosas retrasadas, iniciada con la inclusión del Casto al equipo): Hannibal.
Inspirada específicamente en los eventos narrados en la novela Red Dragon de Thomas Harris, la serie cuenta la historia de Will Graham, un genio perfilador que es buscado por el agente del FBI Jack Crawford (¡interpretado por Lawrence Fishburn!) para ayudarlo a capturar asesinos seriales.
El formato del programa es el típico de "El Asesino de la Semana", a la vez que se maneja una trama más grande a lo largo de la primera temporada.
En el primer episodio, Will es llamado para ayudar a capturar al Minnesotta Shrike, un asesino que secuestra mujeres jóvenes para luego comérselas. Will es único, ya que una conjunto muy específico de enfermedades mentales lo dotan de una especia de Super Empatía, con la que es capaz de adentrarse como nadie en la mente de los asesinos para descubrir sus motivos y rastrear sus pasos.
Este don es representado visualmente de una gran manera, en la que Will se para en la escena del crimen, cierra sus ojos, y viaja hacia atrás en el tiempo hasta imaginarse a sí mismo como el loco en turno asesinando a su víctima.
Obviamente, su habilidad lo vuelve inestable, pues cada que se mete en la cabeza de uno de los asesinos adquiere un peso psicológico y emocional mayor en él, lo que podría llevarlo al borde de la cordura. Debido a esto, Jack Crawford decide buscar la ayuda de uno de los mejores psiquiatras que existen, un sofisticado e inteligente ex-cirujano...llamado Hannibal Lecter.
Aquí vale mencionar otra característica interesante de la serie. En el primer episodio, Hannibal solo es introducido hasta la segunda mitad, casi como un personaje secundario. Y es que si bien es su nombre en el título, la mayor parte del tiempo es dedicada a Will, quizás porque los creadores saben que el caníbal favorito de todos ya es por demás conocido, y no es tan necesario desarrollarlo a fondo...al menos al principio, porque conforme avanza la serie, Hannibal irá trabajando desde las sombras, primero realizando sus asesinatos (y banquetes) de rutina, y después manipulando gente y evidencia para evitar que Will, a quien ve como un amigo, pero también una amenaza, descubra su identidad como el Chesapeake Ripper (el nombre por el que se conocía al responsable de esos asesinatos antes de su captura).
La serie no sigue al pie de la letra la novela, ni la película. Se toma algunas libertades,creativas en todo el sentido de la palabra, pues se ve que los cambios son hechos a favor de enriquecer la historia. Por ejemplo, en la novela se supone que Hannibal solo entra en escena cuando Will decide ir a hacerle unas preguntas al ver que había operado a la más reciente víctima del Chesapeake Reaper. Es ahí en su despacho en donde Will encuentra evidencia con la que deduce que Hannibal es el asesino, y en donde es apuñalado por él casi hasta morir.
Aquí, la historia se muestra como un flashback en el que Jack Crawford recuerda a una joven estudiante de la academia de policía a quien tomó como su protegida para ayudarle en el caso. Ella es quien acude al despacho, en donde es asesinada. Hannibal se deshace del cuerpo, y nadie vuelva a saber de ella. Jack carga con la culpa de su muerte, y es una de las razones por la que es tan protector hacia Will.
Otra diferencia es que al reportero chismoso Freddie Lounds le hacen la jarocha proverbial, y aquí es interpretado por una mujer...que quizás no agregue nada a la trama, pero dudo que alguien se queje.
Ahora, como dije, la habilidad de Will es presentada de una manera visualmente muy atractiva, y en realidad toda la serie está cargada de cosas así. Primero, está el hecho de que la condición mental de Will se va deteriorando a lo largo de la serie por ver tanta chingadera, por lo que empieza a tener alucinaciones cada vez más horrendas.
Y tampoco puedo culpar al wey por volverse loco, porque en Hannibal muestran algunas de las escenas de crimen más horrendas y creativas que haya visto. Mujeres empaladas en cuernos de alce, lenguas cocidas a las gargantes cual corbatas, un hombre cuyas cuerdas vocales son expuestas para ser tocada como un cello y una torre hecha de cadáveres en diferentes estados de descomposición son sólo algunas de las imágenes que provocan ÑÁÑARAS.
Por último, esta la parte más rara: la comida. Otra razón por la que siento que los creadores se dan cuenta que pueden llegar a chotear a Hannibal es que durante gran parte de la serie ni siquiera lo vemos cometiendo asesinatos. En su lugar, lo muestran en la cocina preparando sus banquetes, con siniestra música de fondo y unas réplicas de órganos humanos tan reales que hasta se antojan (?).
El creador de la serie es Bryan Fuller, quien es uno de mis favoritos por 2 series de culto (osea, que no pegaron NADA y fueron canceladas en 2 temporadas): Dead Like Me y Pushing Daisies.
Con un valor de producción que se ve muy por encima de las series gabachas de TV abierta, un formato cuasi-británico de solo 13 episodios por temporada para evitar capítulos de relleno, y un elenco en el que todos están de 5 papas, no puedo recomendarla más. Hasta ahora solo se ha transmitido una temporada, con la segunda a arrancar este 28 de febrero en E.U. ¡Véanla ya!
5 comentarios:
Salvo que ya me la estés grabando, tendré que esperar unos 5 años para verla, jojojojojo
Cualquier programa donde el protagonista tenga como 10 perros en su casa merece ser vista
No te conocía ese fetiche.
Soy pro-animal, por eso quise adoptar al Warro pero ladraba demasiado... el se lo perdió...
sí, soy una basura humana :(
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