Diavolo al borde de un orgasmo necaxista.

IN DA JAUSE (2).

Saludos, vatitos kon madre. La semana pasada vimos el megaevento House of M, hoy analizaremos lo relevante de sus tie-in. Los cómics que se afiliaron directamente a la saga fueron: Uncanny X-Men, escrito por Chris Claremont, que se limitó a contar aventuras de los mutis ignorados por la serie central; Wolverine, que narraba la vida del garritas como remedo de Nick Fury; Incredible Hulk, donde descubrimos que Hulk existe en ese universo, pero ha estado lejos de los conflictos debido al autoexilio que se impuso Banner en Australia, pero pronto se verá obligado a intervenir; por último, Captain America, Black Panther y Cable and Deadpool, participaron con sólo un ejemplar cada uno. Además hubo miniseries, la más relevante, Spiderman: House of M, escrita por Mark Waid y Tom Peyer, con arte de Salvador Larroca, narrando la vida de Peter exitoso y amado por el público -creyendo que es mutante-, siendo lo más notorio que en ese mundo Gwen Stacy no murió y seguía a su lado y aunque se supone que era una vida perfecta, aquí supimos que incluso en las mejores condiciones el viejo Parker no acaba de ser feliz. También interesante, por lo curioso del concepto, fue Fantastic Four. House of M, donde fue la familia Von Doom quien obtuvo poderes... usando los cadáveres radiactivos de Reed Richards, Sue Storm y John Jameson (sí, ése), siendo el único sobreviviente Ben Grimm, que aquí era llamado "It". Esta alineación, llamada Fearsome Four, mantenía relaciones cordiales con la casa de Magnus, aunque era más bien un servilismo que, como era de esperarse, no satisfacía a Doom, lo que lo llevaría a un conflicto, del que no les doy más detalles por si no lo han leído.

En Iron Man: House of M, con guiones de Greg Pak y trazos de Pat Lee (presumiblemente) vemos como Tony Stark es respetado entre la comunidad mutante por su inteligencia y utilidad, ya que en un equivalente al viejo mundo, aquí su tecnología es usada por la milicia, pero para mantener a raya a los homo sapiens. Y al igual que en la otra realidad, Tony terminó harto y decidió hacer algo al respecto, creando una armadura de combate, aunque como dato curioso hay que mencionar que no la llama Iron Man. Por último tuvimos Mutopia: House of M, escrita por David Hine y dibujada por Lan Medina, que sustituyó al cómic District X, que si lo recuerdan, era la serie protagonizada por Bishop y su compañero policía, sólo que en este mundo ambos tratan de evitar un ataque terrorista del Movimiento Humano de Resistencia. Cabe decir que, salvo esta última, que no se relacionaba en nada con la saga central, las demás se alejaban del concepto original de House of M, en particular las de Iron Man y Spiderman debieron ser más cuidadas porque no encajan del todo con lo que vimos en la miniserie de Bendis. Además de esto, hubo una edición especial de The Pulse, que se imprimió en papel similar al del periódico y daba notas del mundo de House of M. En México, el tie-in de Wolverine se publicó en su cómic regular casi al mismo tiempo que los dos recopilados de House of M, mientras que las miniseries y ejemplares que mencioné al principio aparecieron, junto al preludio del cómic Excalibur, en un omnibus; el número de The Pulse fue insertado dentro de las páginas del tomo 2 de la miniserie central. Por cierto, si alguien quiere los originales también los tengo a la venta, pregunten, pregunten, jojojojo. Eso es todo por hoy, pero la próxima semana veremos las consecuencias del evento en el universo Marvel, hasta entonces.