EXTRAÑOOOOO.
Saludos, gente chispeante... es sexual. Conmemorando a los festejados del mes, hoy les platicaré sobre un par de miniseries, que podrían ubicarse como parte de la corriente retro. La primera es Batman and the Monster Men, publicada en 2005, escrita y dibujada po Matt Wagner. Ubicada en el primer año de actividades del vigilante de Ciudad Gótica, nos recuenta su primer enfrentamiento con el doctor Hugo Strange, aunque no se miden cara a cara. Comienza con Batman enfretando la mafia local hasta que el doctor Strange, cuyos experimentos eran patrocinados por esos mafiosos, decidió deshacerse de ellos. Y lo que hacía Hugo Strange era convertir contra su voluntad a internos del Asilo Arkham en monstruos musculosos y descerebrados, que masacraban a sus enemigos y aunque Batman buscaba una explicación lógica pronto tuvo que aceptar y sufrir la verdad. Esta miniserie de 6 episodios era, cronológicamente, el primer encuentro de Batman con villanos superpoderosos. En una serie regular retomaron los experimentos de Hugo Strange, dejando fuera de continuidad el origen del personaje que vimos en Legends of the Dark Knight, aunque tampoco se contradicen del todo... ya saben que esa ambigüedad es procedimiento regular en DC Comics. Como siempre, se nota el amor de Wagner por los cómic antiguos y aquí no sólo vemos villanos clásicos sino el regreso de Julie Madison, primer amor de Batman, creada en el lejano 1939 y que no había sido vista desde la época de bronce. La miniserie tuvo un secuela, Batman and the Bad Monk, también de Wagner y con 6 episodios, que continuaba las subtramas de los personajes secundarios, pero con otro villano olvidado, el vampiro Mad Monk, creado en el mismo año 39 y ligado a Julie Madison lo que hizo más atractivo el asunto. Al igual que el cómic anterior, éste marca un primer encuentro de Batman, esta vez con lo sobrenatural. Sólo he leído Monster Men, me falta Mad Monk, de la primera puedo decir que es entretenida y tiene una de las versiones más graciosas de Alfred que he leído, aunque no es una obra imprescindible y yo prefiero al Hugo Strange psicólogo que al genetista. Ambas miniseries llevan en portada el subtítulo Dark Moon Rising y se pueden conseguir en recopilado.
Pasemos con la miniserie de 6 episodios, Superman/Shazam: First Thunder, escrita por Judd Winick y trazada por Joshua Middleton en 2005 y de nuevo es una actualización de un primer encuentro, ahora entre el Hombre de Acero y el Capitán Marvel. Además de ellos también vemos la unión malsana de sus archienemigos científicos, Lex Luthor y el Doctor Sivana (que, por cierto, también cumplió 75 años de existencia este mes) y de los místicos Eclipso y Sabbac. Superman sigue la pista del robo de un museo en Metropolis, que lo lleva a Fawcett City... y ya saben lo que eso significa: Supes y el Gran Queso Rojo unidos contra el mal. Dato curioso: durante la saga los dos encapotados se toman un momento para hablar sus vidas y Superman nota que el hablar de Marvel es muy infantil, sin imaginar la razón. Les aclaro que no no deben esperar la clásica pelea entre héroes, porque ambos musculosos se cogen cariño desde el principio... no, por desgracia no es sexual. De nuevo hay que hacer énfasis en el amor del guionista por su trabajo, pues es obvio que Winick le tiene cariño al Capitán Marvel y su universo clásico, sin embargo,en mi opinión es una miniserie pasable, su único giro interesante llegó en el penúltimo capítulo y precisamente por eso no se los contaré, pues es lo que hace que valga la pena su lectura. El arte es atractivo, muy limpio y tirándole un poquito a lo caricaturesco. En fin, sin ser la recomendación de la semana, es un cómic leíble y le ganó a Winick el derecho de escribir la serie The Trials of Shazam un año después, pero de eso hablaremos otro día. Eso es todo por hoy, la próxima semana algo diferente. Adiós.
12 comentarios:
Soy el único dispuesto a hacerle un pastel a Oscar con forma de pingüino?
Morcant le hizo un pingüino con forma de pastel.
Osvaldo Soto dijo...
Morcant le hizo un pingüino con forma de pastel.
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La idea era recrear una muy particular escena de american pie
Al final descubrí que el sexo no es lo que siempre soñé
siempre te comes la serpiente kundalini
Que bien sabes, a ti que siempre te engañan y te dan víbora por langosta
chicarcas aun fantasea con que su idolo loyo lo toque con su kundalini y pueda experimentar ¡30,000 millones de relaciones sexuales al mismo tiempo! terminadas en 30,000 veces
Ay cabrón, ese wey hacía eso??? Con razón es mi ídolo!!!
Digo, el ídolo de chicarcas, eso quise decir
Jojojojoooooooooooooooo
mr s es el samed de chicarcas
¿?
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