Como regarrote de bodas Diavolo pidió...

Going Clear: Scientology & The Prison Of Belief

Documental de HBO dirigido, escrito y producido por Alex Gibney, que parte de la investigación hecha por Lawrence Wright para su libro del mismo nombre, sobre la """""""""""""religión"""""""""" conocida como Cienciología, conocida por haberle hecho cosas raras a las mentes de dos de sus más conocidos miembros: John Travolta y Tom Cruise, y por haber sido explicada en un episodio de South Park...de manera sorprendentemente acertada.


Inicia con un resumen de la vida del fundador L. Ron Hobbard, un escritor de ciencia ficción en la era de la Gran Depresión, a quien no pierden tiempo en pintar como un mentiroso. Hobbard literalmente se ganaba la vida escribiendo grandes cantidades de pura mamada (tiene el récord Guinness de mayor número de obras publicadas). Peleó durante la Segunda Guerra Mundial, y regresó presumiendo haber sido un gran héroe que hundió dos barcos japoneses y que estuvo varado en altamar...cuando en realidad solo fue un pelmazo al que mandaron a casa tras bombardear accidentalmente una isla mexicana.



Al regresar a E.U. pasó un tiempo con Jack Parsons (otra fichita), quien fue un exitoso ingeniero de cohetes/miembro del culto satánico de (otro loco) Aleister Crowley. Si hablo de este par podría aventarme otro post. Confórmense con saber que el primero quería hacer invocaciones demoniacas utilizando las misiones al espacio, y que el segundo era un ebrio que inventó su propia religión para gozar de placeres carnales y demás. 

Hobbard se hizo asistente de Parsons, y tras un tiempo huyó, pero no con las manos vacías. Se llevó a su novia, y la idea de que el verdadero billete estaba en eso de fundar una religión (pues no pagan impuestos). Se casa con esta mujer y tienen una hija, a la par de que comienza a escribir las bases de su religión, un libro llamado Eugenics, que tomó elementos fantásticos de varias de las novelas que había escrito. La esposa desde aquí empieza a contar historias de abuso físico, y del pobre estado mental del tipo, ejemplificado con la ocasión en que él robó a su hija, se la llevó a Cuba y la abandonó con una pareja de personas mentalmente discapacitadas, para después llamar a la esposa para decirle que la había matado y cortado en cachitos...y luego hablarle para decirle que no era cierto...y luego llamarle para decirle que siempre sí (esto continuó un rato).

El wey lanza su libro y se vuelve una sensación por todo el país, pues está llena de principios de autoayuda de esos que le encantan a la gente por cinco minutos, y efectivamente, después de un tiempo pasó de moda y Hobbard tuvo que envolverla en una nueva presentación, que es lo que ya se conoce como Cienciología. Le metió más lana, la parte organizativa, y lo más importante, la estructura en la que cada miembro puede ir subiendo niveles de "iluminación", a cambio de decentes sumas de dinero para cada curso.

Con esto Hobbard ya se llena los bolsillos, pero al mismo tiempo los de Hacienda empiezan a investigarlo, así que decide huir ir a investigar antiguas civilizaciones en altamar en uno de sus barcos, cuya tripulación estaba conformada por varios jóvenes cienciólogos que recibieron invitaciones para unirse a la extra-especial Sea Organization, en donde EN VERDAD podrían cambiar el mundo limpiando la cubierta del barco. Hobbard pasó así sus últimos años, hasta su muerte en el 86.

Y pues ya, se murió él y todo el dinero se perdió y se acabó el culto...NADA, QUÉ.

El ruco no dejó a un sucesor designado, y el único que le entró al quite fue un joven emprendedor que había sido mano derecha de Hobbard desde los nueve años: un tal David Miscavige, cuya primera labor fue anunciar que Hobbard había alcanzado un nuevo nivel espiritual, por lo que había tenido que desechar su forma física (...). Él no solo ha continuado el legado de locura y paranoia de Hobbard, sino que lo ha llevado a nuevos extremos. 

De acuerdo a políticas escritas por el mismo Hobbard, Miscavige ha convertido a la Cienciología en una organización multi-billonaria (siendo ya reconocidos como religión por Hacienda, después de un conflicto descrito en la cinta en la que la agencia gubernamental salió perdiendo, ya no pagan impuestos, a la par de que siguen recibiendo donaciones de miles de dólares de sus miembros y le pagan a sus empleados en centavos), abusiva contra sus miembros (tienen un "campo de rehabilitación" para los miembros quejosos en donde pasan jornadas de trabajo de 30 horas) y vengativa contra los pocos que se han atrevido a salirse (guardan expedientes de todos los miembros, que después son revisados en busca de información comprometedora que puedan usar en su contra, realizan campañas de desprestigio, mantienen vigiladas a las personas, les ponchan las llantas, les desacompletan los pares de calcetines, etc.).

Toda la historia es contada a través de los testimonios de varios ex-miembros, desde achichincles hasta algunos que fueron de los cabecillas, aunque todos tienen elementos en común. Uno es que estaban conscientes de que muchas de sus enseñanzas eran pura basura, pero se mantenían porque a final de cuentas lo vendían como una manera de ayudar al crecimiento personal...hasta que llegan a los niveles más altos y les sueltan la sopa sobre la base de sus creencias, que va exactamente así (en serio):




Ahora, aquí es importante mencionar algo que reconocen dentro de la cinta misma: cualquier creencia de cualquier religión puede sonar ridícula para algunos. El problema con la cienciología es que solo revelan todo esto hasta que los miembros están bien metidos (!!!!!!!), porque, si fueran directos y lo mencionaran desde el inicio, ¿cuánta gente se quedaría?

Por último, todos cuentan que fue alguna experiencia particular, algo ya verdaderamente jodido, lo que los hizo abrir los ojos y cortar lazos. Para una mujer fue el ver a su hija de meses en una cuna llena de orina en las instalaciones en donde tenían a los hijos de los que mandaban al Rehabilitation Project Force. Para otro hombre fue el recibir una patiza del mismo Miscavige frente a otros miembros (a quienes tenía viviendo en un lugar conocido como "El Hoyo"). Para otra mujer fue el ver cómo su hija cortó cualquier contacto con ella tras ser declarada como una Persona Supresiva por la iglesia.

Hay muchos horrores más. Sobre Hobbard, sobre Miscavige, sobre los mismos entrevistados, sobre Travolta y sobre Cruise, aunque no pintan de la misma manera a estos últimos dos. A Travolta lo pintan como alguien con demasiado miedo a la información que tienen sobre él como para alejarse, y a Cruise...ay wey. A Cruise lo pintan como el epítome de la cienciología. Como alguien que ya está completamente perdido en el lavado de cerebro, de acuerdo a opiniones de los mismos ex-miembros que reconocen en él la misma expresión de euforia forzada que ellos tuvieron:


Cruise además es mostrado como alguien que gustosamente aprovecha todos los lujos que la iglesia le proporciona, que van desde autos y jets, hasta novias. Además cuentan cómo la misma iglesia se encargó de alejarlo de Nicole Kidman, pues la veían también como una Persona Supresiva (por ser hija de un respetable psiquiatra australiano), y de lavarle el cerebro a sus hijos.

Ahora, siendo un documental, debería mostrar una versión más o menos objetiva de los hechos y dejar al espectador el sacar sus propias conclusiones, y Going Clear no hace esto. Desde el principio se va por el lado de pintar a Hobbard como un estafador, y a los líderes como desquiciados. Aunque eso sí, reconoce que los miembros son simplemente víctimas de su propia fe, de su necedad y necesidad por creer en algo que podría ayudarles.

Ahora, el pedo es este: ¿qué tan objetivos podrían ser si ninguno de los miembros activos de la iglesia aceptó dar entrevistas?

Y peor aún, ¿cómo no verlos a ellos como villanos indiscutibles, si al estrenarse la cinta los involucrados en su creación, y hasta los críticos que la reseñaron, fueron víctimas de las mismas tácticas de intimidación y desprestigio de las que son acusados en ella?


Recomiendo mucho verla, pues incluso si ya están familiarizados con las prácticas del culto, la cinta presenta toda la información en una narrativa muy fluida de dos horas que se pasan rápido, y no hay nada como ver y escuchar el testimonio directo de los involucrados. Le doy 4 Tom Cruises Riendo Desquiciadamente.

Y no se vayan sin su número musical de cortesía: