SE HIZO AGUA.
Saludos a toda la gente bonita que visita este blog y también los feos.
El post de hoy estará dedicado a... ¿Aquaman? Dios, se me están acabando los
temas. Al mal paso darle prisa: en el año 2003, tras los eventos de la saga de
JLA, La Era de la Obsidiana -ya hablamos de ella hace tiempo-, comenzó una
nueva serie regular del héroe que habla con los peces (acéptenlo, ese poder
existió), con guiones de Rick Veitch y arte de Yvel Guichet. Como vimos en la
mencionada saga, el pueblo de Atlantis culpaba a su rey de los actos que casi
lo destruyen y, dicho sea de paso, tenían razón, pero tampoco actuó de mala fe;
en fin, siendo removido de su cargo y odiado por su gente, se volvió prófugo de
la ciudad submarina y comenzó un lento regreso a su raíces como aventurero y
héroe. Dejó poco a poco su imagen sombría de los noventa, ya sin greñero y
barba, regresó su uniforme original y hasta dejó de ser manco, gracias a una
mano mágica compuesta de agua que vino con varios nuevos poderes que iban desde
lanzar chorros de agua hasta cosas tan extrañas como deshidratar personas y
abrir portales mágicos. Además, su condición de desterrado no duraría mucho,
pues tras un terremoto en San Diego, la mitad de la ciudad se hundió y muchos
de sus habitantes comenzaron a vivir en la porción sumergida, tras ganar la
capacidad de respirar bajo el agua y así nació el pueblo de Sub Diego... ¡no es
broma! Eventualmente Aquaman también recuperó el amor de su tierra natal,
resultando que en realidad no lo odiaban sino que era mágicamente
manipulados... Para que luego se quejen del mefistazo en One More Day. Tan raro
como todo esto suena y que el cómic no fue un gran suceso comercial, sí llamó
la atención de la crítica y la entonces aún influyente revista Wizard le dedicó
un artículo aplaudiendo el modo cómo Aquaman volvió a ser un héroe clásico sin
ser aburrido. Y todo para matarlo. Así es, tras el megaevento Crisis Infinita,
donde Atlantis fue destruida (de nuevo), vino el duelo definitivo del hombre
pez contra Black Manta (según) y luego el salto de un año en la continuidad DC,
donde Aquaman murió y tuvimos otro portador del nombre.
Al principio no sabíamos bien cómo pasó todo, se fue narrando mediante flashbacks, pero yo les voy a decir los eventos en el orden cronológico correcto, que se desarrolló en 2006, tanto en la maxiserie 52 como en la serie regular, que se subtituló Sword of Atlantis a partir del número 40, con guiones de Kurt Buziek y dibujo de Butch Guice. Si prefieren no spoilearse nada, dejen de leer ahora. Para salvar a Sub Diego, Aquaman hizo un trato con los dioses del océano, tras lo cual perdió la memoria y se transformó en una entidad extraña, el Morador de las Profundidades; poco antes que esto ocurriera, le dio parte de su mano acuática (y mágica), al científico Phillip Curry, que usó para revivir a su difunto hijo, Arthur Joseph, dándole, sin saberlo, poderes similares a los suyos. Cuando el Morador y Arthur Joseph se conocieron, un año después, ninguno de los dos (ni los lectores) sabía la verdad, el último creía que sus habilidades venían de un suero que le dio su padre para salvar su vida -una versión actualizada del origen del personaje en la Época de Oro-, mientras el ser extraño creyó ver una profecía en la que el morro era el nuevo Aquaman, que eran sus propios recuerdos luchando por regresar. El chiste es que Joseph tomó el título y para cuando el Morador recuperó su memoria completa, ya estaba muriendo, así que oficialmente era el único Aquaman y fue recibido por la comunidad heroica y el pueblo de Atlantis que lo aceptó en el trono. También en el mundo real fue un fenómeno similar a Kyle Rayner o Connor Hawke, pues los lectores aceptaron el cambio, pero las decisiones editoriales le dieron al traste. Su serie acabó en el número 57, fue anunciado con los Outsiders, pero sólo duró un ejemplar como miembro del grupo, tuvo otra breve participación en el cómic Superman/Batman y en el evento Blackest Night, el Aquaman original revivió y el nuevo simplemente fue ignorado como si nunca hubiera existido. Pobre, no duró suficiente como para extrañarlo. Y lo mismo digo sobre este post, así que vayan a ver porno y nos leemos la próxima semana. Adiós.
Al principio no sabíamos bien cómo pasó todo, se fue narrando mediante flashbacks, pero yo les voy a decir los eventos en el orden cronológico correcto, que se desarrolló en 2006, tanto en la maxiserie 52 como en la serie regular, que se subtituló Sword of Atlantis a partir del número 40, con guiones de Kurt Buziek y dibujo de Butch Guice. Si prefieren no spoilearse nada, dejen de leer ahora. Para salvar a Sub Diego, Aquaman hizo un trato con los dioses del océano, tras lo cual perdió la memoria y se transformó en una entidad extraña, el Morador de las Profundidades; poco antes que esto ocurriera, le dio parte de su mano acuática (y mágica), al científico Phillip Curry, que usó para revivir a su difunto hijo, Arthur Joseph, dándole, sin saberlo, poderes similares a los suyos. Cuando el Morador y Arthur Joseph se conocieron, un año después, ninguno de los dos (ni los lectores) sabía la verdad, el último creía que sus habilidades venían de un suero que le dio su padre para salvar su vida -una versión actualizada del origen del personaje en la Época de Oro-, mientras el ser extraño creyó ver una profecía en la que el morro era el nuevo Aquaman, que eran sus propios recuerdos luchando por regresar. El chiste es que Joseph tomó el título y para cuando el Morador recuperó su memoria completa, ya estaba muriendo, así que oficialmente era el único Aquaman y fue recibido por la comunidad heroica y el pueblo de Atlantis que lo aceptó en el trono. También en el mundo real fue un fenómeno similar a Kyle Rayner o Connor Hawke, pues los lectores aceptaron el cambio, pero las decisiones editoriales le dieron al traste. Su serie acabó en el número 57, fue anunciado con los Outsiders, pero sólo duró un ejemplar como miembro del grupo, tuvo otra breve participación en el cómic Superman/Batman y en el evento Blackest Night, el Aquaman original revivió y el nuevo simplemente fue ignorado como si nunca hubiera existido. Pobre, no duró suficiente como para extrañarlo. Y lo mismo digo sobre este post, así que vayan a ver porno y nos leemos la próxima semana. Adiós.
11 comentarios:
Méndigos todos los que odian a Aquaman. Y los Hermanos Ano.
Argh, me bajaste al nivel de un hermano ano. Veo caer mi masa cerebral al subsuelo.
Por cierto, el morro Aquaman sí me caía bien.
El pikmin debe odiar a la gente que no compro el fail u, osea todo mundo
Pero a ti te amo.
Los pikmin no tienen emociones, solo son chalanes sin cerebro
Se hace del rogar... que venga el mariachi.
No digas mamadas chicarcas, el pikmin debido a su complejo de peter pan siempre sera un virgomon
¿UN VERGOMON? Con razón no lo dejas.
Hasta pasó saliva cuando lo escribió...
Jajajaja no mames, LITERALMENTE.
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