Saludos, gente. Hoy hay efemérides y comezaremos con 75 años
de Boy Commandos, obra de los ínclitos Joe Simon y Jack Kirby para el
ejemplar 64 de Detective Comics, que tenía fecha de junio, aunque como todos
los cómics de la época es difícil precisar el punto exacto en que llegó a los
puestos de revistas. Era un grupo de niños (o pubertos) de distintas
nacionalidades que combatían en la Segunda Guerra Mundial y, al puro estilo
Simon y Kirby, eran huérfanos y tenían un adulto que fungía como líder,
protector y figura paterna, aunque a diferencia de los otros grupos de morros
heroicos de ese dúo creativo, hubo cambios en su alineación. Para los lectores
de hoy, los Boy Commandos son un producto de su época, pero entonces fueron
algo grande. No sólo tuvieron serie propia, el más popular de los cómics
bélicos, sino uno de los más vendidos de cualquier género, rivalizando con
Superman. La gente parecía no hartarse de ellos... hasta que lo hicieron. Por
el cambio de época, saturación,
persecución contra el medio y la ausencia de sus autores originales, los
Boy Commandos dijeron adiós en 1949 y, aunque hubo un par de intentos por
regresarlos, ya no funcionaron.
También cumple 50 años The Question, héroe de
culto creado por ese muchachillo desconocido Steve Ditko, como complemento para
el número 1 de Blue Beetle de Charlton Comics. Su nombre civil era Vic Sage,
investigador convertido en vigilante sin poderes -en su versión original era
ágil y fuerte, pero ni siquiera un peleador excepcional-, con ayuda de un
amigo científico que desarrolló una piel artificial y la usó para una máscara
que lo hacía ver como un hombre sin rostro. Muy a su estilo, Ditko le dio a
este héroe sus propias características (incluso su filosofía de vida), dando
como resultado un vigilante muy rudo para la época, hasta dejó sugerido que no
le importaría matar a sus rivales, aunque no pasó en la etapa de Ditko. Cuando
DC compró los personajes Charlton le dio serie propia, otra etapa de culto
gracias a los guiones agresivos y revolucionarios de Dennis ONeil, que duró
casi 3 años; hubo otra miniserie de poco éxito, antes que decidieran matar al
personaje y darle el manto a Renee Montoya en la década pasada, algo criticado
por los fanáticos del héroe... siendo honesto, no es que fueran millones.
Tras el reboot de 2011, no le ha ido mejor, primero el infame Geoff Johns buscó
hacerlo una suerte de entidad cósmica y, por otro lado, Vic Sage era empleado
del gobierno (algo contrario a la esencia del personaje) y acabó como villano
interno del Escuadron Suicida.
Por último, cumple 25 años la segunda versión de
Black Condor, héroe original de Quality Comics, pero también ya propiedad de
DC cuando, en junio de 1992, este segundo portador tuvo una serie regular con
guiones de Brian Augustyn y trazo de un joven Rags Morales. A diferencia del
nuevo The Ray (también del universo Quality), este no tenia relación con el
Black Condor original: su nombre era Ryan Kendall, fue conejillo de indias
contra su voluntad para experimentos hechos por su propio abuelo, miembro de
una organización malsana; recibió poderes telequinéticos, sanación acelerada y,
evidentemente, podía volar. Lo más interesante era su personalidad, porque
acababa haciendo el bien pero no buscaba ser superheroe y procuraba alejarse de
ellos y sus conflictos. Ni siquiera se acercó cuando la comunidad justiciera
rendía tributo a Superman en su funeral. Nunca fue popular, pese a sus cameos
en otras series (como el antes mencionado), su cómic se canceló y tiempo
después fue parte de los nuevos Freedom Fighters... la encarnación masacrada al
inicio de Crisis Infinita. Poco después surgió un tercer Black Condor y Kendall
tuvo una aparición entre los difuntos del evento Blackest Night. Eso es todo,
felicidades a los festejados... los vivos. Adiós.
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